¿Qué pasaría si Joe Biden fuese el próximo inquilino de la Casa Blanca?

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Nathan Dumlao, Unsplash

A tenor de lo que arrojan los sondeos, la pandemia del COVID-19 y las protestas que han incendiado el país parecen estar frenando las aspiraciones de Donald Trump a la reelección. El promedio de encuestas apuntan a que Joe Biden, candidato demócrata a la Casa Blanca, saca en torno a 10 puntos a su rival republicano, el actual presidente de Estados Unidos. El gran problema para el actual presidente está en que los sondeos se le están poniendo cada vez más en contra en los llamados estados bisagra, aquellos que unas veces votan demócrata y otras republicano, y que son los que al final deciden quién será el que ocupe el despacho oval. ¿Qué pasaría si gana el candidato demócrata?

Paresh Upadhyaya, director de Estrategias con Divisas y gestor de renta variable americana en Amundi, Christine Todd, responsable de renta fija estadounidense en la entidad, y Craig Sterling, responsable de Análisis de bolsa americana han publicado un informe, al que ha tenido acceso FundsPeople, en el que analizan la agenda de Biden y sus prioridades políticas. Los principales puntos de su programa las resumen en cinco puntos:

1. Asistencia sanitaria

La pandemia ha afectado de manera desproporcionada a las comunidades minoritarias y ha puesto de manifiesto la creciente brecha en el acceso a la atención sanitaria entre estas minorías y las familias con menores ingresos. Esto está revitalizando el enfoque de Biden de expandir el acceso a la atención médica, a través de una nueva opción de seguro público y el refuerzo de la Ley de Cuidado Asequible de Obama al aumentar los subsidios del mercado.

Biden también ha pedido que se realicen pruebas financiadas por el gobierno federal a todos los trabajadores que vuelvan a su puesto, que se garantice una baja por enfermedad remunerada a los trabajadores afectados por el COVID-19 y que se cree una fuerza de trabajo coordinada por el gobierno federal para el rastreo de contactos. Biden quiere restaurar la Dirección del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para la seguridad de la salud global y la biodefensa, que fue eliminada por la administración Trump. Este consejo era el responsable de la preparación ante una pandemia.

2. Desigualdad salarial

Las protestas en Estados Unidos han puesto de relieve la desigualdad salarial. Dada la importancia de los grupos minoritarios para el partido demócrata, incluyendo a los afroamericanos, Biden pedirá iniciativas para apoyar a esas comunidades. Por ejemplo, el ex vicepresidente tiene como objetivo reforzar la Ley de Reinversión Comunitaria de 1977, una norma que exige a los bancos comerciales y a las asociaciones de ahorro y préstamo que satisfagan las necesidades de los prestatarios en todos los segmentos de sus comunidades, incluidos los barrios de rentas bajas y medias.

Además, Biden quiere ampliar el plan 10-20-30 del congresista James Clyburn, en el que el 10% de la financiación se asigna a condados en los que el 20% de la población ha vivido por debajo del índice de pobreza durante los últimos 30 años. Además, el candidato ha pedido nuevas protecciones para el derecho de voto, eliminando los requisitos estatales y locales en materia de vivienda que podrían perpetuar la discriminación, y establecer un programa de vivienda asequible de 100.000 millones de dólares. Además, quiere aumentar el salario mínimo federal a 15 dólares la hora.

3. Política fiscal

Bajo el liderazgo de Biden, es probable que el impuesto de sociedades aumente al 28%, revirtiendo la mitad del recorte promulgado por Trump y el Congreso liderado por los republicanos a finales de 2017, cuando el tipo impositivo se redujo del 35% al 21%. Además, el candidato demócrata también impondría un impuesto de sociedades mínimo del 15%. El plan fiscal de Biden tiene menos probabilidades de éxito si los demócratas no ganan en el Senado.

4. China y las guerras comerciales

La opinión pública de EE.UU. sobre China se ha deteriorado mucho en los últimos cinco años, y las relaciones entre los dos países siguen siendo una importante cuestión bipartidista. En 2005, un 52% de los estadounidenses tenían una opinión favorable de China y un 29%, desfavorable. Eso ha cambiado a un 66% desfavorable y sólo un 26% favorable, según una encuesta de Pew del 29 de marzo. Es probable que Biden continúe con el enfoque de "duro con China" iniciado por Trump, aunque rebajará el tono y la retórica dura. Es probable que continúen varios aspectos de la política de Trump hacia China, como las restricciones tecnológicas propias de la guerra fría entre los dos países, que inhiben el acceso chino a la tecnología estadounidense.

Como diplomático experimentado, es probable que Biden imponga una mayor previsibilidad en las relaciones con China y otros socios comerciales, restableciendo el viejo orden mundial mediante la reconstrucción de alianzas con Europa y Asia. Por ejemplo, es probable que mantenga alianzas estratégicas como la Quad, que incluye a Australia, India, Japón y Estados Unidos. Además, se espera que Biden resucite el acuerdo comercial de la Asociación Transpacífica, que excluye la participación china.

5. Política económica

Biden tiene una ambiciosa agenda económica destinada a impulsar las infraestructuras y modernizar la economía para centrarse más en la tecnología y reducir la huella de carbono de Estados Unidos. Su plan incluye el impulso del comercio y el crecimiento económico a través de mejoras en la infraestructura portuaria, ferroviaria y de carreteras, financiadas con 1,3 billones de dólares en gastos durante 10 años.