Crece el riesgo de que la alta inflación repercuta en los beneficios empresariales, aunque el consenso pronostica un trimestre mejor que la media de los últimos años.
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Ha arrancado en EE.UU. la temporada de resultados correspondientes al tercer trimestre del año. Un periodo que ha estado marcado por el repunte de los casos de COVID en el país liderado por Joe Biden y, sobre todo, por el fuerte incremento de la inflación que en el mes de septiembre marcó niveles del 5,4% en tasa interanual. Dato que pone más presión sobre la Fed en lo que a la normalización monetaria se refiere.
Precisamente es el riesgo de que esta inflación siga al alza, debido sobre todo al impacto que la crisis de los semiconductores tienen en los precios y también al aumento de los precios de la energía, lo que lleva a muchos expertos a mostrarse cautos ante la posibilidad de un crecimiento de la economía que acabe notándose en los beneficios empresariales.
"Ya se haya alcanzado la mayor parte de la expansión de los márgenes en este ciclo y que el futuro crecimiento de los beneficios dependerá en gran medida de las perspectivas de la demanda y de la capacidad de fijación de precios", afirma Karolina Noculak, directora de inversiones de abrdn. En la misma línea se pronuncian Michele Morganti, estratega senior de renta variable de Generali Investment Partners y Vladimir Oleinikov, analista cuantitativo senior en la gestora cuando afirman que "la temporada de presentación de resultados en Estados Unidos volverá a la normalidad tras los excesos positivos de los últimos 5 trimestres, tanto en lo que respecta al crecimiento trimestral como a las sorpresas positivas".
Y detrás de esta vuelta a la normalidad no está tanto un impacto negativo en la inflación per se como las características que están detrás del pico que se ha producido en la misma. "Una inflación generalizada y un entorno de fuerte crecimiento nominal favorecen el crecimiento de los ingresos y los beneficios de las empresas. Sin embargo, la inflación que estamos experimentando ahora se centra en ciertos focos relacionados con la cadena de suministro, algunas materias primas o la escasez de mano de obra cualificada", explica Nokulak.
Aún por encima de la media
No obstante, el deterioro en los resultados no se notará igual en unas empresas que en otras. De hecho, Nokulak defiende que las empresas que corren más riesgo son las que no pueden trasladar los aumentos de costes a sus consumidores/compradores finales. Pone como ejemplo las aerolíneas o empresas de logística en transporte. En la otra cara de la moneda, se encontrarían las compañías con poder de fijación de precios. Y también las que cuentan con márgenes elevados o las que cuentan con cadenas de suministros cortas.
¿Quiere eso decir que se verán muchos recortes en las presentaciones de resultados? No necesariamente. De hecho, según los datos del proveedor Factset, el margen de beneficio neto mixto del S&P 500 para el tercer trimestre de 2021 es del 12,3%, inferior al 13% del segundo trimestre pero por encima del margen de beneficio neto del año anterior y de la media de cinco años del margen de beneficio neto (10,9%).