Funds People realiza una serie dedicada a conocer en profundidad los equipos responsables de este área, las características del servicio y los retos a los que se enfrentan.
El servicio de gestión discrecional de carteras crecerá con fuerza en la nueva era MiFID II. Prácticamente todas las entidades confían desarrollar este servicio y dirigir a una gran parte de sus clientes hacia él.
Después de Banco Caminos, Santander PB y BNP Paribas WM, una banco portugués una banca privada y una agencia de valores independientes siguen una serie de Funds People dedicada a conocer en profundidad los equipos responsables de este área, las características del servicio y los retos a los que se enfrentan.
La gestión discrecional de carteras en A&G Banca Privada la realiza un equipo de siete personas liderado por José Manuel Villamor, responsables de 1.100 millones de patrimonio que atesora el banco en este servicio. No hay importe mínimo para la gestión discrecional de carteras, pero tampoco creen que se pueda ofrecer el servicio absolutamente personalizado que debe hacer una banca privada para cualquier importe. El servicio más básico es un gestión activa de cartera a través de fondos de fondos gestionados por A&G Fondos y el más completo es una gestión absolutamente a medida del patrimonio del cliente. A partir de dos millones de euros, las carteras son totalmente personalizadas.
El cliente puede elegir entre 10 opciones más o menos estandarizadas para la gestión de su cartera, ya que existen dos posibilidades de tipo de gestión, una más activa en cuanto a la gestión del asset allocation y otra estable, para aquellos clientes que prefieran una gestión más estratégica y a largo plazo, en donde hay menos gestión activa y más una diversificación de activos estructural. Ambas constan de cinco perfiles de riesgo.
El ratio de fondos de terceros contra fondos propios es de 80% contra el 20%, siendo el limite máximo interno de fondos propios el 25%. El coste de la gestión discrecional suele tener un componente mixto: una comisión fija y otra variable ligada a los resultados de la cartera, si bien el cliente puede optar por tener solo una de ellas.
¿Cuál es el mayor reto para la gestión discrecional en el próximo año?
Nos encontramos en un momento difícil para la gestión de carteras, siendo más complicado e incierto cuanto más conservador sea el perfil de la cartera. Volatilidades de la renta variable y tipos de interés en mínimos, pueden invitar a los perfiles conservadores una asunción de riesgo mayor para buscar rentabilidades similares a las del pasado. En nuestra opinión habrá que estar muy atentos para evitar este hecho, que podría tener implicaciones importante ante cualquier subida de los tipos de interés por las retiradas de los estímulos por parte de los Bancos Centrales acompañadas por incrementos en la volatilidad de la renta variable.
¿Cómo se implementa: gestión pasiva o activa o las dos? ¿Por qué?
Nos gusta más adaptarnos a las preferencias y necesidades de nuestros clientes a que sean ellos quienes tengan que hacerlo las nuestras, por lo que ofrecemos un servicio de gestión activa con mayor filosofía de preservación de capital y otro servicio de gestión más estable para aquellos que quieran estar ligados a la evolución de los mercados
¿Cada cuánto revisáis la cartera en circunstancias normales?
La filosofía de la gestión es top-down. Partimos de una visión de mercado trimestral en función de nuestras perspectivas económicas , por lo que los cambios estratégicos son limitados, si bien semanalmente se revisan las evoluciones de los subyacentes y ahí si suele haber cambios en más ocasiones
¿Qué perfil está más concentrado y cuál más diversificado?
Buscamos carteras relativamente concentradas. Creemos que la diversificación debe ser limitada, ya que hay un momento que la misma deja de dar valor añadido y solo evita tomar un posicionamiento e mercado en las carteras. Nuestra idea es buscar ese equilibrio y no existe un criterio de mayor o menor diversificación en función del perfil
¿Cuáles son vuestros fondos core de las carteras? ¿Qué tiempo les dais de confianza?
Somos una entidad especializada en la selección de fondos y disponemos fuera de nuestro departamento de un gran equipo que realiza esta labor y no asesora en todo momento. Se puede decir que es tan difícil entrar, como salir una vez que tenemos convicción sobre ellos. Fondos que hemos mantenemos en las carteras mucho tiempo y que nos costaría mucho sacar de las mismas son en renta variable, el Magallanes European Equity, el Robeco BP US Premium Equities o el DIP Market Risk Global; en renta fija el La Française Sub Debt o el DIP Market Risk Global Bond; y en inversión alternativa el Old Mutual Global Equity Absolute Return y el Merrill Lynch Investment Solutions - Marshall Wace.
A nivel global, Novo Banco Gestión, firma responsable del servicio de gestión discrecional, cuenta con un equipo de 20 gestores de carteras. En España, donde suman 50 millones de patrimonio en carteras discrecionales, hay tres gestores dedicados a este servicio, un equipo que lidera Neeraj Mohandas.
Desde 200.000 euros, la entidad portuguesa ofrece a sus clientes españoles carteras para perfiles predeterminados y, a partir del millón de euros, para un perfil hecho a medida del cliente. En este sentido, hay tres perfiles, todos ellos construidos con fondos de terceros: Rendimiento (con un máximo del 30% en renta variable), Crecimiento (con un máximo del 80%) y Premium (a medida del cliente). El coste medio de las carteras, aunque depende de varios factores como el perfil de riesgo y el patrimonio gestionado, se sitúa en un 0,50%.
¿Cuál es el mayor reto para la gestión discrecional en el próximo año?
De cara al año que viene, afrontamos tres grandes retos. El primero, justificar la comisión de gestión; demostrar que se aporta valor gestionando activamente. El segundo, concienciar de que la rentabilidad tiene que venir por la parte de la renta variable, debido a la situación especial de la renta fija. En la renta fija queda poco valor, en los próximos años son más los riesgos que las oportunidades. No hemos de olvidar que EE.UU. se financia más caro que España o que el high yield europeo paga lo mismo que el 10 años americano. Y el tercero es uno habitual, no rotar las carteras no implica no estar pendiente de ellas.
¿Cómo se implementa: gestión pasiva o activa o las dos? ¿Por qué?
Siempre activa. La mejor manera de entender esto es asumir que al comprar gestión pasiva, hay alguien que, únicamente, rebalancea las posiciones. Además, le estaríamos pagando por comprar continuamente todo lo que sube y vendiendo continuamente todo lo que baja, reduciendo continua y consistentemente nuestro potencial de revalorización.
¿Cada cuánto revisáis la cartera en circunstancias normales?
Las carteras se rebalancean trimestralmente, es decir, traspasamos de las posiciones en las que más hemos ganado a las que peor han funcionado en ese periodo. Los cambios de la composición se revisan mensualmente, si fueran necesarios. Trimestralmente también, nos vemos con los gestores de cada fondo para confirmar que se mantiene el proceso de inversión y se analizan las nuevas ideas en las carteras.
¿Qué perfil está más concentrado y cuál más diversificado?
Este es un punto interesante, ¿diversificamos con más o menos fondos?
Me gustan carteras con alta convicción que, por lo general, suelen ser concentradas, pues no abundan las buenas ideas a precios interesantes en el actual entorno de mercado y, cuando se dan, han de tener un peso que haga al liquidativo del fondo sensible a estas ideas. Creo que aporta poco valor tener 5 fondos con 100 empresas en cada uno, pues depende del mercado en el que inviertan, muy fácilmente coincidirán las inversiones y por tanto no se estará diversificando. Prefiero dos ó tres fondos con 35-50 empresas y con liquidez. Mientras no haya ideas, mejor no usar el dinero que mal-usarlo.
¿Cuáles son vuestros fondos core de las carteras? ¿Qué tiempo les dais de confianza?
Los fondos core de nuestras carteras tienen un elemento común, el análisis pormenorizado de cada empresa en la que invierten. A nivel europeo Equam Global Value junto con Magallanes European Equity nos están aportando mucho en los últimos años. A nivel internacional tenemos Valentum, True Value y Metavalor Internacional.
La confianza solo se pierde cuando cambia el proceso inversor, si existe una pérdida permanente de dinero o si cambia el equipo gestor, en cuyo caso se revisa el proceso de inversión. Nunca cambiamos un fondo por una mala rentabilidad en un periodo corto de tiempo. De hecho, ese es el momento en el que entramos más fuerte, pues los gestores no se olvidan de gestionar un año para otro.
En las carteras algo más conservadoras, Belgravia Épsilon con una verdadera exposición flexible a renta variable y el acertado timming de cuándo entrar o cubrir la cartera nos ha ahorrado algún susto durante principios del año pasado. Candriam Bonds Credit Opportunities, Pimco GIS Income, Sextant Grand Large o Sycomore Partners (que solo te cobra por la parte invertida) son otras ideas que nos llevan acompañando mucho tiempo.
Para patrimonios superiores a los 100.000 euros, Jorge Martret, CFA, CAIA y director de Gestión, junto a otros dos profesionales, elaboran tres perfiles de carteras con diferentes niveles de riesgo. En todas ellas tienen un objetivo muy marcado de preservación de capital y son muy cautos a la hora de asumir riesgos adicionales.
En total, este servicio reúne un patrimonio de 200 millones de euros, invertido todo en fondos de terceros. El coste medio de estas carteras asciende a los 60 puntos básicos.
¿Cuál es el mayor reto para la gestión discrecional en el próximo año?
Existen dos grandes retos, el primero es regulatorio, la entrada en vigor de MiFID II y su implementación y en segundo lugar los propios mercados, con unos tipos al cero y con unas importantes rentabilidades acumuladas en bolsa el año que viene será un año que será muy importante la correcta asignación de activos.
¿Cómo se implementa: gestión pasiva o activa o las dos? ¿Por qué?
En una cartera deben de coexistir diferentes estilos de gestión, tenemos ETF para tener exposición a diferentes mercados o factores que nos interesen, pero por otro lado existen muchos gestores que consistentemente mejoran al mercado por lo que tienen que estar en cartera. Para mí lo que es muy importante a la hora de añadir un fondo a la cartera es ver que comportamiento ha tenido en momentos difíciles, prefiero un fondo que en un mercado alcista se quede un poco atrás que el índice pero que haya demostrado un buen comportamiento en caídas de mercado.
¿Cada cuánto revisáis la cartera en circunstancias normales?
Nuestro comité de inversiones se reúne semanalmente. eso nos permite realizar una revisión continua y si cambian de repente las condiciones de mercado podemos tomar decisiones con rapidez. En estos últimos años hemos tenido varios ejemplos de circunstancias que han supuesto cambios en visiones de mercado, como fue la victoria del Brexit en el referéndum y la victoria de Trump en las elecciones presidenciales en los EE.UU.
¿Qué perfil está más concentrado y cuál más diversificado?
En todos los perfiles tenemos una elevada diversificación, tanto de fondos como de títulos. Obviamente en las carteras más pequeñas en cuanto a tamaño tienen posiciones más elevadas en fondos concretos, en las carteras más grandes puedes tener una mayor diversificación de fondos. Aunque en líneas generales el peso máximo estará en un rango entre un 5% y un 7% dependiendo del tamaño y/o perfil de riesgo de la cartera. En títulos directos generalmente no iremos más allá de un 5% en una misma acción o bono.
¿Cuáles son vuestros fondos core de las carteras? ¿Qué tiempo les dais de confianza?
En renta fija nuestro core son el BSF Fixed Income Strategies, Muzinich Enhancedyield Short-Term y Carmignac Sécurité. De fondos mixtos defensivos Pareturn Cartesio Income y M&G Optimal Income.
En la parte más agresiva de la cartera nuestras posiciones más estables son: Robeco BP Global Premium Equities, BGF Euro-Markets, MFS Meridian European Value y Ulysses LT European Equities.
A veces hemos mantenido fondos con más de un año de funcionamiento no adecuado, pero lo hemos mantenido en cartera porque hemos visto una consistencia en el gestor y que ese fondo aporta a la cartera algo diferente que luego nos ha funcionado en momentos difíciles. Sin embargo, si vemos que un fondo se comporta de una manera diferente a la que sería normal no vamos a darle más tiempo y lo reembolsaremos inmediatamente si no tenemos una explicación satisfactoria por parte del gestor.