Preguntamos sobre cuáles son los retos a los que enfrenta el sector de banca privada. Todos coindicen en señalar la sostenibilidad, digitalización y personalización del cliente como los más importantes.
Reflexiones de la banca privada para 2022: la opinión de Bankinter, Andbank, Deutsche Bank, Renta 4 y A&G
La evolución hacia modelos de cobro explícito y la regulación en temas de sostenibilidad/ESG en finanzas marcarán tendencia en los próximos años. Seguir avanzando en la digitalización será fundamental para facilitar, eficientar y agilizar la relación con los clientes, pero no debemos de olvidar que la relación personal es clave.
1/5El estrechamiento de márgenes empuja al sector a ganar eficiencia. En este sentido, la tecnología es uno de los ejes que más van a influir en el sector en los próximos años. Va a continuar creciendo el acceso y la operatividad por canales de relación digitales, siendo esencial la capacidad de ejecutar decisiones de inversión de manera rápida, desde cualquier dispositivo y sin que sea necesaria la interacción presencial.
En el apartado normativo no esperamos grandes cambios frente al impacto de los últimos cinco años. Las entidades nos hemos adaptado en este periodo a las exigencias regulatorias de protección del inversor y prevención de blanqueo de capitales sacrificando márgenes, incrementando costes de personal y tecnología, así como incorporando más tareas administrativas a las áreas comerciales.
Por lo demás, seguiremos con las tendencias de los últimos años: Concentración de un sector que necesita escala, desarrollo del negocio FinTech y, en asset management, aplicación de criterios ESG y crecimiento de la gestión pasiva.
2/5Los últimos años, y motivados en gran medida por la pandemia, los cambios tecnológicos se han acelerado y tenemos más medios -y canales- para dar un mejor seguimiento a las necesidades de los clientes. Otra de las tendencias que vemos es la integración de los criterios de sostenibilidad en las actuaciones que realicemos. Además, los clientes demandan, cada vez más, un servicio holístico para todas sus necesidades.
3/5La adaptación constante a la evolución tecnológica es clave para no quedarse atrás y dejar de ser competitivo. Hay que aprovechar los avances para mejorar la información, los procesos y las inversiones. Se ha de insistir en la personalización y en la aportación de valor añadido por parte de la banca privada para seguir reconociendo esta actividad como un servicio imprescindible por parte de los clientes.
Por otro lado, los retos normativos siempre inciden en este negocio. Hay que buscar que su implementación venga dada para ofrecer una mayor seguridad a los clientes y al sistema financiero. Que sean normas simples y prácticas para no generar dudas y que quede muy claro el camino a seguir para evitar cualquier tipo de incertidumbre o inseguridad jurídica.
4/5Destacamos como retos los siguientes:
- Diferenciación basada en la búsqueda del equilibrio entre la digitalización y el trato personalizado. En la actualidad, el sector de la Banca Privada apuesta por el desarrollo de funcionalidades y aplicaciones, apoyándose en nuevas tecnologías (e.g. IA, blockchain, bigdata), que le permiten cumplir con las obligaciones impuestas a la industria financiera en general y que permitirá a las entidades en el futuro próximo destinar la mayor parte de sus recursos materiales y humanos a todo aquello que aporte valor añadido a la experiencia de sus clientes (e.g. nuevos productos, nuevos servicios) así como diferenciarse dentro del sector.
- Seguridad y privacidad. El perfil de los clientes de Banca Privada nos obliga a velar por su seguridad y privacidad con todos los medios a nuestro alcance. Entre otros aspectos, nos obliga a la utilización de multibiometría para el acceso a la información o firma digital.
- Talento humano. El mencionado proceso de digitalización en la Banca Privada, así como, en general, el de la economía, hace que los recursos con perfiles tecnológicos estén especialmente demandados. Por ello, las personas que están destinadas a impulsar todo este desarrollo no son commodities, sino que, por ejemplo, su conocimiento del sector, de los procesos particulares de una determinada entidad y su integración en la cultura los convierten en recursos que debemos retener. Todo lo anterior tiene impacto en modelos de desarrollo tecnológico basados en externalización de estos procesos, o de excesiva rotación.
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