Robeco: El ser o no ser del crecimiento global

La lista es mucho más larga. Hasta hace pocas semanas los mercados parecían inmunes a tanto desaguisado. Pero a finales de abril las cosas empezaron a cambiar. Las ‘equities’ empezaron a perder las ganancias acumuladas en el año y entrando en terreno negativo. Los últimos datos económicos parecen apuntar a un fuerte ‘enfriamiento’ del crecimiento mundial, para algunos, la antesala de una nueva caída en la recesión, el tan temido ‘double dip’.

¿Estamos abocados de nuevo a la recesión? Si bien hay combustible suficiente para dar la razón a los agoreros, con una Eurozona muy lejos de haber solventado sus problemas, un crecimiento norteamericano anémico, todo ello aderezado de unos países emergentes frenando su recalentamiento con sistemáticas subidas de tipos, creemos que hay razones para mantener un cierto optimismo.

Pocos dudan de que la economía mundial esté experimentando una de las recuperaciones más anémicas de la historia. Sin embargo, el proceso, aunque lento, está poniendo las bases para alcanzar un mundo más equilibrado y sostenible. Los países emergentes, con un crecimiento triple al de los desarrollados, serán el motor mundial. El ciudadano de EE.UU. está aprendiendo a ahorrar, las empresas están pletóricas de liquidez, listas para utilizarla en cuanto el horizonte se despeje. Además, la inflación sigue muy contenida con lo que los tipos de interés se mantendrán bajos por mucho tiempo lo que ayudará a la recuperación.

¿Y Europa? Todo lo que podemos decir en estos momentos es que estamos más cerca de tomar unas medidas que debían haberse adoptado hace mucho tiempo. Aunque duras, la nueva Europa que salga de las reformas será más competitiva. No será fácil, pero el mundo seguirá girando y con él la economía.