Robeco: “Las inquietudes sobre el secuestro fiscal deberían disiparse”

“En conjunto, esperamos que se mantenga el crecimiento en todo el globo, pero a un ritmo decepcionante”. Así es como resume Ronald Doeswijk, estratega jefe de Robeco, el panorama macroeconómico global del momento. “Sin duda, se han producido algunos avances alentadores recientemente. Tomemos como ejemplo Estados Unidos. La subida en el índice de gestores de compra para manufactura en febrero confirmó que el impulso subyacente de la economía está en alza. Indicios de mejora constante nos convencen de que la recuperación se mantendrá”, afirma el experto en un artículo.

En Japón los políticos están redoblando esfuerzos por fortalecer la economía del país. Un ejemplo de ello es el nombramiento de Haruhiko Kuroda (más manejable) como nuevo gobernador del Banco de Japón, una medida que acerca al país a una flexibilización monetaria más agresiva. Al mismo tiempo, los últimos datos sobre la recuperación japonesa han sido alentadores: la producción industrial aumentó un 1,0% en enero.

Incluso la economía de la eurozona está dando señales de estabilización, como demuestra la llegada neta de depósitos a España. Y la política monetaria está abocada a permanecer laxa en todo el globo. Hasta aquí todo bien. Pero ha habido también otros hechos menos positivos, que motivan la nota de advertencia en el resumen de Doeswijk.

En Estados Unidos, las inquietudes acerca del secuestro fiscal deberían disiparse. El secuestro fiscal —recorte automático de gastos a nivel federal, por valor de 85.000 millones de dólares en los próximos seis meses— comenzó con efectos del 1 de marzo. Ello tiene el potencial de reprimir la actividad económica estadounidense en los próximos meses. Pero Doeswijk no lo considera un gran motivo de preocupación, pues probablemente se forjará un acuerdo en un momento u otro. “Esperamos que este efecto dominó se disuelva, en lugar de convertirse en una amenaza para la recuperación”, explica.

Por otro lado, el experto considera que se subestima la severidad de la situación en Italia. “Los sólidos resultados de las facciones contrarias a las medidas de austeridad podrían desestabilizar a la Eurozona y socavar el crecimiento”, advierte Doeswijk. Los mercados han reaccionado con relativa calma a los acontecimientos políticos en Italia. Según parece, aliviados por el respaldo del BCE, las OMT. “Pero he ahí la trampa: si se activan las OMT del BCE, tendrían que estar precedidas por la introducción de un programa de reformas en Italia, acordado con la UE y con el FMI, del que la troika realizaría un seguimiento”.

Es justo decir que en el actual entorno político, la introducción de un exhaustivo programa de reformas/austeridad parece muy poco probable. De este modo, se pondría a prueba la credibilidad de los condicionantes para el programa OMT que exige el BCE. Doeswijk cree que la situación podría deteriorarse fácilmente. “Probablemente, los mercados son demasiado complacientes acerca de la situación de Italia”, advierte. “Que se reavive la crisis de deuda europea en los próximos meses es una seria posibilidad”.