Salud como mega tendencia: estos son los riesgos y oportunidades

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Ousa Chea, Unsplash

Una constante que se ha mantenido a lo largo de la historia de la Humanidad ha sido la prevalencia en número de las cohortes de menor edad frente a las de mayor edad. Es decir, que tradicionalmente en el mundo ha habido más gente joven que gente mayor. Sin embargo, se calcula que de aquí a dentro de 40 años vivirán en el mundo más personas mayores de 65 años que personas menores de 15 años por primera vez en la historia: 2100 millones de personas tendrán más de 60 años en el 2050, frente a los 901 millones que había en 2015, y de ellos ocho de cada diez personas mayores de 60 vivirán en países vías de desarrollo. Para entonces la edad media mundial será de 36,1 años, frente a los 29,6 años actuales. Son datos que aportan desde J.P.Morgan AM, que recientemente ha organizado un desayuno sobre renta variable temática en Madrid, en el que se ha hablado, entre ostras estrategias, del JPM Global Healthcare, calificado como Blockbuster Funds People.

Existe una relación clara entre los avances científicos aplicados a la salud y la mejoría de la esperanza de vida, pero los inversores deben tener en cuenta que es un proceso en permanente desarrollo y en el que la tecnología va a tener un papel cada vez más fundamental. “Vamos a necesitar tratamientos cada vez más innovadores. Existe un entorno muy sólido para las ciencias de la salud, con motores estructurales de crecimiento para el largo plazo”, ha afirmado Frances Gerhold, especialista de producto de renta variable europea de la firma. 

 Al igual que sucede con otras mega tendencias de inversión con un desarrollo tan amplio, la experta admite que obtener exposición a la temática de la salud presenta riesgos y oportunidades. Dentro de los riesgos, se fija en primer lugar en el precio de los fármacos en el futuro, un tema que de hecho ha sido objeto de polémica en EE.UU., donde Donald Trump ya durante la campaña electoral había criticado las propuestas de Hillary Clinton para regular los precios. A esto se ha de añadir que una de las primeras medidas firmadas por el presidente se han encaminado al inicio del desmantelamiento del programa Obamacare, lo que también pone incertidumbre sobre el sector.

 “El gasto personal en salud se incrementa a medida que la persona va envejeciendo, y el precio de los fármacos es mucho más elevado en EE.UU. que en otros países (el gasto en fármacos en EE.UU. equivale al 17% de su PIB) Las empresas deberán incrementar sus gastos en una mayor innovación para justificar los precios”, añade la experta. Esta constatación le lleva a dar el primer consejo a los inversores que quieran exponerse a esta mega tendencia: “A la hora de invertir en salud es necesario que seamos selectivos y comprendamos bien a las compañías. Debemos saber si en su línea de productos tienen fármacos antiguos con precios a la baja y fáciles de copiar o fármacos innovadores”.

Oportunidades

La representante de J.P.Morgan AM afirma que, dentro del segmento salud, el mercado ha prestado tradicionalmente mucha atención a las farmacéuticas, y en cambio ha ignorado otros subsectores como el del desarrollo farmacéutico, la tecnología médica o los servicios de salud: “Son áreas que con frecuencia se pasan por alto, pero que suelen presentar la mayor parte de la innovación”. Esto está sucediendo especialmente en compañías europeas tradicionales, que según J.P.Morgan AM ahora se están apalancando en los desarrollos tecnológicos de muchas maneras distintas.

De hecho, Gerhold afirma que “estamos viviendo una nueva era para la medicina, en la que los avances en la ciencia están transformando los cuidados”. Pone como ejemplo el desarrollo de los biosimilares: son medicamentos biológicos equivalentes en calidad, eficacia y seguridad a medicamentos biológicos originales, con frecuencia mucho más complejos al ser realizados a partir de células vivas, y que además en muchos casos están cerca de la expiración de la patente. En este contexto, los biosimilares ofrecen a los pacientes una alternativa de bajo coste para el tratamiento de enfermedades como el cáncer o la esclerosis múltiple. Según datos aportados por J.P.Morgan AM, la extensión de los biosimilares pueden facilitar un ahorro de 50.000 millones de dólares, al presentar descuentos de entre el 15% y el 60%.

Otro campo lleno de oportunidades es el desarrollo de maquinaria médica mediante la aplicación de tecnologías como las imágenes en 3D para un mejor diagnóstico (con aplicaciones desde la visualización del flujo sanguíneo al estudio de dentaduras), la aplicación de la robótica en cirugías para que sean menos invasivas, o el empleo de la inteligencia artificial para un mejor análisis y diagnóstico de enfermedades. Gerhold pone como un ejemplo paradigmático de unión entre tecnología y medicina la posibilidad hoy en día de poder realizar un mapa del ADN de una persona por un coste relativamente bajo que permita obtener el código genético y así desarrollar medicinas específicas para el paciente.

Sobre el fondo

El del JPM Global Healthcare es un fondo cogestionado por Anne Marden y Matthew Cohen. Marden lleva al frente de la gestión del producto desde su lanzamiento, en 2009, y Cohen desde 2015. Ambos aplican un análisis bottom up que les ayuda a identificar oportunidades como las descritas por Gerhold, y se apoyan en un equipo de análisis que dispone de profundos conocimientos sobre el sector farmacéutico, el biotecnológico, los servicios sanitarios, la tecnología médica y la biología.

La especialista termina su repaso al sector con varias ideas clave: los inversores deberán ser conscientes del aumento de la competición dentro de este segmento, por el desarrollo de medicamentos más innovadores y con poder de fijación de precios; además, deberán ser muy selectivos para poder elegir a las compañías ganadoras de la tendencia; y las valoraciones, aunque elevadas por lo general, por norma general están respaldadas por un sólido crecimiento de beneficios. Aun así, se pueden encontrar niveles de dispersión aceptables dentro del sector, y hay margen para invertir en compañías de pequeña capitalización susceptibles de ser compradas por otras de mayor tamaño, de manera que el M&A actúa como un driver más de rentabilidad en el segmento.