El APV es una aportación voluntaria que realizan los trabajadores o los empleadores para sus empleados de forma colectiva, en este caso APVC. Aunque en total el volumen administrado por los fondos mutuos no sobrepasa los 2.500 millones de dólares en junio, el crecimiento interanual fue del 17,9% el pasado mes, según los datos de la Asociación de Administradoras de Fondos Mutuos (AAFM).
Este año está creciendo a ritmos de dos dígitos y desde las AGF creen que es un nicho con potencial de seguir expandiéndose. Así al menos lo han visto durante los últimos años Principal, SURA y LarraínVial. Han procurado posicionarse en este mercado y gestionan más del 60% del patrimonio total.
Las tres grandes en el conjunto de la industria de fondos, Banchile, Santander y Bci, tienen cuotas de participación en APV mucho más reducidas. La primera gestiona el 9,8% del segmento, lejos del 21,89% que tiene en el total de la industria. En Santander es un 4% frente a un 15,52%, y en Bci un 3,8% respecto a un 12,67%.
“No es un nicho de mercado tan pequeño, aunque en nuestro caso la participación que tenemos no es la natural como canal de distribución”, señala María Paz Hidalgo, gerente general de Santander Asset Management Chile. Sin embargo, dentro de la estrategia de la entidad está aumentar su peso en este creciente sector. “Hasta ahora ha sido por una estrategia de oportunidades. Lo primero que hacemos es abarcar todo el segmento de personas que son clientes potenciales de APV. Hemos ido potenciando el conocerlos, atenderles bien, ofrecer productos de inversión personalizados, y como segundo paso vendrá el hecho de potenciar el APV”, añade.
Banco Santander Chile tiene más de 500 sucursales a lo largo del país, lo que le convierte en uno de los principales canales de distribución de servicios financieros. Si apuesta de forma ambiciosa por el APV, supondría un espaldarazo a este mercado que beneficiaría a todos los jugadores. No obstante, los gestores deben tener en cuenta que el inversionista en este caso no tiene los mismos objetivos que los partícipes de fondos mutuos y por tanto la administración debe ser ligeramente diferente. “En APV es necesario tener en cuenta las necesidades de ahorro del aportante, mucho más a largo plazo que en el resto de fondos”, asevera María Paz Hidalgo.