En un borrador de comunicación al que ha tenido acceso FundsPeople, la Comisión contempla la transferencia de ciertas tareas de vigilancia de los supervisores nacionales a la UE. También avisa de que priorizará la eliminación de las barreras operativas y diferencias nacionales en la aplicación de la regulación.
La Comisión Europea es firme en su mensaje: las fuentes de fragmentación en los mercados de capitales de la UE, ya sean regulatorias, supervisoras o políticas, deberían eliminarse para permitir una consolidación natural de la industria de fondos de inversión. Y en el foco de esa fragmentación está la distinta interpretación local de la regulación europea y las barreras nacionales a la distribución transfronteriza.
Por eso, en el borrador de comunicación conteniendo la Estrategia para la Unión del Ahorro y la Inversión (conocida como SIU en sus siglas del inglés Savings & Investments Union) al que ha tenido acceso FundsPeople, la Comisión Europea aboga por una supervisión más unificada de los mercados de capitales y plantea transferir ciertas tareas de vigilancia de los supervisores nacionales a la UE.
Está previsto que el próximo 19 de marzo la Comisión haga pública su comunicación definitiva con las líneas maestras de su estrategia para fomentar la riqueza de los ciudadanos y la competitividad económica, por lo que la versión que finalmente llegue al Parlamento y al Consejo podría variar. No obstante, el tono y la dirección de la regulación que busca fomentar la Unión Europea están claros.
Convergencia en algunos puntos de la supervisión
Uno de los puntos que preocupa a la Comisión Europea es la fragmentación de la supervisión a nivel europeo. Algo que, en su opinión, limita la eficiencia e impide a las entidades explotar las economías de escala que tendría en un mercado más integrado. Por eso la Comisión presentará sus propuestas en el tercer trimestre de 2026 para lograr una supervisión más unificada de los mercados de capitales, tal como se indica en el Competitiveness Compass, incluyendo la transferencia de ciertas funciones al nivel de la UE.
La Comisión Europea defiende que la supervisión única debería ser un objetivo del Savings & Investments Union para garantizar que todos los operadores del mercado financiero reciban el mismo tratamiento supervisor, independientemente de su ubicación dentro de la Unión. La supervisión única, que ya se aplica en ciertos segmentos de la banca europea, eliminaría las barreras a la actividad transfronteriza, “creando un terreno de juego equitativo para los participantes del mercado y fomentando la confianza de los inversores”, afirman.
Esa convergencia de la supervisión es algo que apoyan las asociaciones internacionales de la industria. En su respuesta al call for evidence de la SIU, EFAMA defiende que las autoridades supervisoras deberían dar prioridad a lograr una mayor convergencia supervisora, utilizando plenamente sus competencias actuales y facilitando el intercambio de datos de supervisión entre autoridades.
Terminar con el gold-plating
La Comisión quiere que se implemente la legislación de la UE de la misma manera en todos los países, sin diferencias que dependan del regulador nacional. Específicamente, afirma que priorizarán la detección y eliminación del gold-plating (la práctica de algunos Estados miembros de la UE de añadir requisitos adicionales, más estrictos o complejos, al transponer la legislación comunitaria a su normativa nacional) de la legislación de la UE acordada comúnmente, así como a la reducción de las opciones y discrecionalidades nacionales que contribuyen a la fragmentación.
Y es que la Comisión se muestra bastante crítica con las diferencias en la aplicación de la regulación según el supervisor nacional. “A pesar de contar con un reglamento único, las autoridades nacionales en estos sectores a menudo aplican las normas de manera diferente, reflejando en algunos casos comportamientos proteccionistas”, lamentan. Estas divergencias en las prácticas supervisoras desincentivan las actividades transfronterizas al aumentar los costes de cumplimiento para las empresas, lo que limita las opciones para personas y negocios.
Además, creen que, con demasiada frecuencia, las prácticas supervisoras nacionales generan requisitos adicionales que conducen a la fragmentación y a cargas administrativas innecesarias, convirtiéndose en barreras para la actividad empresarial en el mercado único. Asimismo, existe el riesgo de arbitraje supervisor, lo que puede socavar la confianza entre los participantes del mercado y erosionar la relación de confianza entre los supervisores nacionales. Por eso la Comisión pide a las Autoridades Europeas de Supervisión que hagan un mejor uso de las herramientas existentes para lograr una supervisión más integrada y armonizada.
Las cargas innecesarias que limitan la industria de fondos
La Comisión cree que aún queda mucho por progresar para el desarrollo del sector de fondos de inversión. En el centro del problema para la industria ve la fragmentación y las cargas regulatorias innecesarias. “Actualmente, las gestoras que operan en varios Estados miembros se enfrentan a barreras y costes innecesarios derivados de la obligación de asignar recursos similares a cada una de sus entidades. Además, están sujetos a múltiples normativas, lo que supone una duplicación innecesaria de cargas y limita su competitividad y agilidad”, subraya el borrador del Savings & Investments Union.
Si bien reconocen que el marco regulador actual permite que los fondos autorizados en la UE se beneficien del pasaporte y se distribuyan libremente en toda la Unión mediante un simple procedimiento de notificación, la Comisión cree que los fondos domiciliados en la UE no siempre disfrutan plenamente de estas ventajas. “Las barreras nacionales, las prácticas divergentes y el gold-plating aumentan los costes del mercado de fondos en la UE y retrasan su tiempo de comercialización en comparación con otras jurisdicciones”, afirma. Como resultado, los ciudadanos de la UE tienen menos oportunidades de inversión y enfrentan tarifas más altas.
Por eso, para el tercer trimestre de 2026, la Comisión presentará medidas para reducir las barreras operativas que afectan a los grupos, con el objetivo de simplificar las operaciones de los gestores de activos, tanto grandes como boutiques, y garantizar un acceso y una prestación de servicios más eficientes a los clientes. Asimismo, la Comisión propondrá legislación para eliminar las barreras restantes, tanto a nivel nacional como de la UE, que dificultan la distribución de los fondos autorizados en la UE en todo el territorio de la Unión.
Qué más plantea la Estrategia para la Unión del Ahorro y la Inversión
Además de una supervisión más unificada, en el borrador de comunicación de la Comisión aborda la creación de cuentas paneuropeas de inversión, la necesidad de simplificar la Retail Investment Strategy (incluso abriendo la puerta a retirar el texto si no se alcanza un acuerdo), y aporta propuestas eliminar las barreras en la distribución transfronteriza de fondos y fomentar la inversión en capital privado.