Pese al avance de Wall Street, los inversionistas mermaron posiciones en los fondos de renta variable. A nivel mundial, durante los primeros días de septiembre retiraron hasta 11.400 millones de dólares, según un informe de Bank of America Merrill L
La desinversión contrasta con el alza de Wall Street y es la tercera semana consecutiva con salidas netas de capital, pero a su vez supone una ralentización respecto a la tendencia de todo el verano, muestra el informe.
Los analistas citados en el research de Merrill Lynch exponen que la disminución de posiciones en fondos de renta variable corresponde a la incertidumbre que tienen los inversionistas ante un probable escenario bélico en Oriente Medio. En concreto, por la volatilidad desprendida de la duda respecto a cuándo Estados Unidos lanzará una ofensiva contra el gobierno sirio.
“La volatilidad, debida a la incertidumbre, es un viento en contra para las acciones”, expresó Bucky Hellwig, vicepresidente de BB&T Wealth Management de Birmingham, Alabama.
El otro gran factor que perturba el ánimo de los inversionistas es no saber cuándo se empezará retirada de la Quantitative Easing de la Reserva Federal. De hecho, de los 11.400 millones de dólares que salieron de fondos de renta variable, 7.500 millones lo hicieron de productos de accionariado estadounidense, en una semana en la que el Standard & Poor’s se revalorizó un 1,1%.
Mientras que de fondos sobre acciones de mercados emergentes salieron 4.400 millones de dólares, a pesar de que durante ese periodo el índice MSCI de las economías en desarrolló creció un 3,1%.
Gran parte de la retirada de patrimonio se explica por las ventas en ETF, que equivalieron a 9.500 millones de dólares.
En el lado opuesto, el universo de productos sobre renta variable de Europa desarrollada atrajo en términos netos 800 millones de dólares.