Sugerencias para la renta variable europea

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Joel Filipe (Unsplash)

Gran parte de Europa sufre de altas tasas de desempleo y en la actualidad 19.380.000 personas están sin trabajo. La recesión es la más larga desde la creación del euro en 1999, y ahora estamos en el sexto trimestre consecutivo de contracción. Incluso en abril hubo temores sobre el futuro del euro, debido a la confusión sobre el rescate de Chipre hasta que nación aseguró un paquete de préstamos por valor de 10 millones de euros con sus socios de la Unión Europea y el  Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero los mercados de valores han restado importancia a estos temores y "la compra de los dips' ha sido la estrategia correcta.

Desde los tiempos "oscuros" de hace 5 años, los instrumentos de estabilidad y solidaridad se han aplicado. Se ha producido cierta mejora en el gobierno económico de la euro zona, y la unión bancaria y nuevas normativas están incluidos en la agenda. En muchas regiones del mundo, los bancos centrales han impreso dinero, ofreciendo palabras de consuelo y los mercados han subido considerablemente. Sin embargo, los comentarios de la Fed reflejan la posibilidad de que el QE podría relajarse antes de lo esperado, en Japón hay algunas dudas sobre si el denominado "Abenomics" llegará a ser tan transformadora como inicialmente se pensaba, y hay preocupaciones sobre China en relación a la capacidad del régimen para evitar un duro aterrizaje económico.

Dentro de este panorama, está claro que el aumento de la volatilidad está aquí para quedarse. Por otra parte, el dinero barato ha hecho que los inversores sean complacientes. Por ello, desde Threadneedle subrayamos que las empresas europeas no sólo son más baratos, sino que tienen rentabilidades por dividendo más altas que muchos ampeones mundiales. Hemos visto los últimos datos económicos han mejorado, y los balances de muchas empresas europeas cotizadas son muy fuertes y tienen el dinero suficiente.

Por ejemplo, en el caso del fondo Pan European Fund de Threadneedle, invertimos en algunos de los líderes europeos a nivel global a los que denominamos como "los fuertes que ganan fuerza". Algunas de las compañías son Richemont, Swatch, Ferragamo, VW, Unilever y Amadeus. al igual que compañías de mediana capitalización como Persimmon, Merck o Kabel Deutschland, entre otras.