Tres convicciones ajenas al ruido de mercado en el Schroder ISF US Large Cap y el Schroder ISF Global Equity Alpha

Frank Thormann
Frank Thormann. Foto cedida (Schroders)

La inflación está demostrando ser más estructural de lo pensado en un principio. En sus conversaciones con empresas a nivel global, la sensación que transmiten a Frank Thormann, gestor de Schroders, es que nadie tiene el manual correcto para operar en un contexto así. Y si la inflación es más persistente eso significa que los bancos centrales también lo tendrán que ser. Y eso tiene importantes implicaciones para la asignación de activos. “No es que esperemos una crisis grave como la vivida en 2008, pero cada vez que los tipos de interés han subido de manera tan agresiva algo en la economía se quiebra”, advierte el experto.

De hecho, Thormann ya ve señales de una ralentización en la economía global. Un indicador importante es el sector de crédito. “Los impagos en los corporativos estadounidenses están comenzando a repuntar. Es algo que tradicionalmente precede a las recesiones, especialmente en el segmento de pequeñas compañías”, cuenta el gestor. Otro ejemplo en la microeconomía: el aumento del uso de tarjetas de crédito. Un segundo síntoma de que estamos al inicio de una contracción económica.

¿Y qué tiene que ver todo esto con la renta variable? “Como gestor activo soy fiel creyente de que las acciones terminan siguiendo el camino de los beneficios”, explica Thormann. De momento los beneficios empresariales han resistido por ahora, pero, en opinión del experto, las expectativas del consenso siguen demasiado optimistas. El mercado descuenta un empeoramiento de las cuentas de resultados en la segunda mitad de año, pero siguen confiando en unas cifras de beneficios fuertes para 2024. “Creo que la recesión en los beneficios empresariales aún tardarán en recuperarse. Para 2023 veo muy difícil que la compañía media logre ingresos positivos este año”, reconoce.

Tres convicciones independientes al ruido de mercado

Si aún tienen que corregir los excesos las expectativas de beneficios y la bolsa está rebotando, las valoraciones actuales no se pueden calificar como baratas. Por ello, en los dos fondos que gestiona Thormann, el Schroder ISF US Large Cap y el Schroder ISF Global Equity Alpha, ambos con Rating FundsPeople 2023, prefieren enfocarse en compañías cuyo crecimiento de beneficios aún no está descontado por el mercado. Lo que el gestor denomina como “el diferencial de crecimiento”.

Y el gestor cita tres convicciones ajenas al ruido actual del mercado. Una, los avances en el sector salud. La farmacéutica Eli Lilly es un buen ejemplo. Está teniendo importante éxito con su nuevo fármaco para combatir la obesidad. Dos, el fin de la guerra por suscriptores entre las plataformas de contenido audiovisual, que están jugando a través de Netflix. Varios de los grandes jugadores del sector, como Disney, han señalado que van a ser más disciplinados con su estrategia, financiando proyectos con potencial de rentabilidad. “Se ha acabado la era de suscriptores a cualquier coste”, avisa Thormann.

Y tres, el auge de la Formula 1 como negocio. El deporte está creciendo su comunidad de fans a nivel global. Con la construcción de una pista de carreras en Estados Unidos la Fórmula 1 entra en el mercado estadounidense, un nuevo nicho con el potencial de replicar el crecimiento que va vivido en Europa.