Los expertos de Mirae Asset explican por qué el consumo discrecional va a ser un gran contribuidor al crecimiento de México en los próximos años.
Este año 2016 puede ser el que convierta a Latam de patito feo de los emergentes a cisne. El repaso a la renta variable latinoamericana en su conjunto revela un retorno del 25,7% en el primer semestre del año. “La región latinoamericana sigue siendo elevadamente diversa, con algunos países experimentando crecimiento económico mientras que otros sufren fases de caída en el ciclo que puedan ver pronto un revival, al recuperase el crecimiento global y el comercio”, observan los expertos de Mirae Asset, gestora surcoreana especializada en mercados emergentes. Desde la firma recuerdan que “esta región ha sido históricamente sensible al crecimiento global y una recuperación potencial presenta oportunidades a través de una altamente perspicaz selección de valor en estos mercados”.
La firma analiza en un informe reciente titulado “Latin America: a range of opportunities for active investing” los dos países latinoamericanos con mayor tamaño por PIB, México y Brasil. En esta primera entrega, diseccionamos el caso de inversión mexicano. “México ofrece un surtido de oportunidades de inversión. El país está actualmente experimentando reformas económicas favorables, que están mejorando el mercado laboral, así como los sectores de energía y telecomunicaciones”, explica el informe. De estas tres grandes reformas estructurales, los expertos de Mirae Asset se detienen en la del sector de la energía, dado que el petróleo sigue siendo un gran contribuidor a los ingresos del país (aporta cerca del 20%) y, por consiguiente, sigue siendo un importante motor de crecimiento para el país. “Sin embargo, la reforma de la energía – que busca privatizar el sector petrolero- es particularmente atractiva para los inversores que están buscando exposición directa a los beneficios estructurales del mercado de renta variable de México”, declaran.
Los expertos prevén un PIB del 2,8% para 2016, gracias a la conjunción de una serie de elementos: “El mercado nacional se está beneficiando de la baja inflación, el bajo desempleo, los bajos tipos de interés y las reformas estructurales positivas”. Sobre la inflación, desde la gestora explican que -medida por el IPC-, alcanzó un mínimo no visto en casi cinco décadas, al cerrar 2015 en el 2,7%, frente al 4% de 2014. Esta caída ha estado guiada por la caída del precio de la electricidad, la alimentación y los servicios de telefonía. “Al mantenerse la inflación cerca de mínimos de récord, esto se traduce en más dinero para que gaste el consumidor mexicano”, resumen.
Sobre el desempleo, desde Mirae Asset recuerdan que el año pasado México registró una de las tasas más bajas del mundo, del 4,3% (por ejemplo, la de Alemania fue del 4,6% y la de EE.UU. del 5,3%), tendencia que se ha prolongado este año: en marzo la tasa cayó hasta el 3,7%, el nivel más bajo de los últimos ocho años.
Otro factor positivo para el empleo bajo el punto de vista de los expertos viene del crecimiento de las remesas de divisas procedentes del extranjero. Las remesas suponen la segunda mayor fuente de cambio en el país (después de las exportaciones) y también una fuente importante de ingresos para las familias mexicanas. Desde la gestora indican que, en 2015, las remesas alcanzaron los 24.800 millones de dólares, superando a la exportación de petróleo. “Muchas de estas remesas proceden de EE.UU. y son otro canal que ata al ciclo económico de EE.UU. a México y sus consumidores”, comentan. Su conclusión es que ven el crecimiento del empleo como sostenible, “dado lo competitivo que se ha vuelto México en un contexto global, y ahora ofrece a las compañías globales una puerta de atrás barata para entrar en el mercado más grande del mundo, EE.UU.”.
El bajo desempleo y la baja inflación dan apoyo para la que es según Mirae la gran historia de crecimiento del país, el consumo discrecional: el pasado mes de febrero, las ventas minoristas batieron un récord del 9,6%, desde el 5,2% de enero. El crédito al consumo también está experimentando un sano crecimiento, sustentado por el aumento de la confianza. Desde la entidad explican que “actualmente, la penetración del crédito en México es baja tanto según los estándares globales como regionales, del 17% del PIB frente al 68% de Brasil y el 125% de Corea. Esta capacidad para incrementar el apalancamiento en el futuro diferencia a México de muchos otros países emergentes y significa que el crecimiento del consumo todavía está en sus estadios iniciales”.
Al consumo también le apoya el favorable perfil demográfico del país: México es el 11º país más poblado del mundo, con más de 122 millones de personas. “Tiene una base potencial de consumidores tan grande como la de España, Francia y Portugal juntos”, afirman desde Mirae. A esto se añade que aproximadamente el 45% de la población mexicana es menor de 25 años, y que la edad media es de 27,3 años. “En los próximos 10 a 20 años, se espera que México alcance su tasa de dependencia más baja en un siglo”, afirman desde la gestora.
El último punto de apoyo al consumo es el proceso de urbanización: el área urbanizada de México ha crecido significativamente desde 1940, con la tasa de urbanización subiendo del 35% a más del 77% en 2015. “Este gran grupo de consumidores jóvenes y urbanos, con rentas disponibles al alza, pueden tener un impacto considerable sobre las compañías de alta calidad que proveen al consumidor mexicano”, concluyen desde la firma.