El banco suizo UBS ha publicado sus primero resultados tras la absorción de Credit Suisse en el mes de marzo. Cerró el primer semestre con un beneficio récord de 29.904 millones de dólares (27.300 millones de euros), siete veces mayores que en el mismo periodo de 2022.
Más allá de los resultados, ha habido una noticia que ha copado los titulares. El anuncio de que habrá una integración total de los dos bancos suizos en una única marca, la de UBS, en 2025. En concreto, según indicó Sergio Emotti, consejero delegado de UBS, en la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados, las dos entidades "operarán de forma separada hasta su integración legal en 2024", y "la marca Credit Suisse y sus operaciones seguirán hasta que se complete la migración gradual de clientes al sistema de UBS, algo que esperamos finalizar en 2025". Es decir, en 2025 se integrarán las dos marcas en Suiza y en 2026 en el resto de mercados. "Lo que queremos es preservar a los clientes y las capacidades del equipo, afirmó Emotti. Creo que todo esto hará a UBS aún más fuerte·, afirmó. No obstante, sí reconoció que esa integración vendrá acompañada de 3.000 despidos con el objetivo de "recuperar la sostenibilidad del negocio".
A vueltas con la claúsula
Esto a nivel global pero ¿qué implica la integración de marcas para el negocio de UBS en España? Que en 2026 volvería a haber banca privada con el nombre de UBS, si la entidad no vende la banca privada de Credit Suisse en España antes. De hecho, Singular Bank amenazó con emprender acciones legales si no vendía Credit Suisse España antes de septiembre.
Hay que recordar que en junio, la entidad suiza confirmó su intención de mantener su negocio de banca privada en España bajo la marca de Credit Suisse. No temía, por tanto, las consecuencias que pudieran derivarse de esta decisión a pesar de que para UBS suponía volver al mercado español apenas dos años después de vender su división española de banca privada a Singular. Algo que chocaba con la cláusula de no competencia firmada por ambas entidades en el momento de la compra.
Dicha cláusula, según fuentes de mercado, incluía la prohibición a UBS de volver a operar en España durante al menos tres años desde la fecha de compra (en octubre de 2021). Sin embargo, entre las razones por las que UBS no temía por esa causa está la de que solo suponía mantener el statu quo al tratarse de un mero cambio de accionista al seguir operando bajo la marca de Credit Suisse. Pero esa marca desaparecerá. Eso sí, al hacerlo a finales de 2025 y no antes, no debería chocar con la famosa cláusula ya que habrían pasado esos tres años que , en principio ,contemplaba el acuerdo de no competencia.
