Update del Acatis Gané Value Event Fonds: posicionamiento, filosofía y algunas historias value

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“Buscamos los sectores en los que se gasta la gente el dinero, qué compañías presentan las mejores perspectivas de cinco a diez años e invertimos en ellas”. Con esta sencillez resume la filosofía del Acatis - Gané Value Event Fonds , gestionado por Henrik Muhle (a la derecha en la imagen) y Uwe Rathausky para la gestora alemana Acatis. Fan declarado de Warren Buffett y Charlie Munger, el encuentro con Henrik Muhle supone una lección de value investing y, sobre todo, el encuentro con un contador de historias. Como la de uno de sus valores favoritos, Hermès, cuya ponderación recientemente ha incrementado en cartera: “Es de las pocas compañías de lujo que no dispone de outlet y tiene el privilegio de poder rechazar clientes. Es un ejemplo claro de poder de fijación de precios y, al igual que las otras compañías en las que queremos invertir, proyecta una imagen favorable sobre la mente de sus consumidores”.

Este producto de Acatis ha conseguido el sello de consistencia de Funds People  - su retorno anualizado desde el lanzamiento en 2009 ha sido del 11,4%- gracias la combinación de esta filosofía puramente value con el análisis de eventos, particularmente de eventos a nivel micro que clasifican en una escala de importancia (débil, moderado y fuerte). Estos eventos pueden ser cambios en la estructura de capital de la compañía (recompra de acciones, arbitraje, modificación del pay out, incremento del capital, fusiones y adquisiciones), cambios en la estructura de accionistas (privatización, recompra de acciones…) o catalizadores operativos que afecten a la dinámica de crecimiento y/o de los márgenes.

Muhle considera que este segundo elemento es indispensable porque “cuando tienes una idea de inversión, ofrece una mejor protección cuando quieres incrementar o reducir el riesgo cuando sucede algún evento”. Un ejemplo de la monitorización de eventos es una de las últimas adquisiciones de la cartera, la cadena de comida rápida Chipotle Mexican Grill: después de presentar un comportamiento sólido durante años gracias a la innovación y la calidad de su negocio, la compañía pasó apuros el pasado otoño derivados de una crisis sanitaria en varios restaurantes, que provocó que las acciones perdieran la mitad de su valor. La respuesta de la firma fue incrementar las inversiones para cambiar el modelo productivo y garantizar la máxima prevención sanitaria para recuperar la confianza de sus clientes, y por ello el fondo abrió una posición en la firma el pasado mes de enero.

Al igual que otros fondos value, el fondo tiene una rotación baja de activos, de tan sólo el 15%, y prefiere una cartera muy concentrada – en torno a 30 nombres, 15 de renta variable y 15 de renta fija- en compañías que los gestores conozcan muy bien. De esta forma, el universo inicial de inversión en la parte de renta variable está compuesto por 200 compañías que se someten a un riguroso proceso de análisis y filtrado para encontrar aquellos negocios de alta calidad a un precio razonable que sean capaces de generar en un horizonte a largo plazo un retorno esperado de al menos el 10% al año.

Aunque técnicamente sus gestores tienen flexibilidad para asignar entre el 0 y el 100% a renta variable o renta fija, lo cierto es que históricamente la posición a renta variable ha oscilado entre el 30% y el 70% y actualmente se encuentra en el 71% porque el gestor considera que recientemente se han abaratado varios de los valores de su universo.

La otra peculiaridad de este producto es que no se trata de un fondo que invierta en renta variable exclusivamente, sino que puede invertir también en renta fija y con la misma filosofía value. En este caso, se exige a cada bono en el que se vaya a invertir que sea capaz de generar una rentabilidad del 6% anual. Puede parecer una tarea imposible en el entorno actual de tipos bajos o incluso negativos, pero Muhle no lo ve así: “Hemos encontrado un bono que nos da un 11%. Imagínense la cantidad de trabajo que ha supuesto invertir en él, la cantidad de tiempo que hemos dedicado a leer a fondo el prospecto”.

Igual de curioso es el enfoque analítico de los gestores: “No nos importan las percepciones macro, construimos una cartera no cíclica con compañías de buena calidad”. El gestor se refiere a que sí tiene en cuenta aspectos macro, pero sus esfuerzos no se concentran por ejemplo en la elaboración y revisión regular de previsiones sobre datos macro como la dirección de los tipos de interés. Otro ejemplo de esta postura es la justificación que da Muhle para estar infraponderado en renta fija periférica: “Entendemos el capitalismo, cómo funcionan las compañías y qué pautas siguen los consumidores, pero no entendemos a los políticos”.

La asignación a renta fija en la cartera del Acatis - Gané Value Event Fonds se encuentra actualmente en el 26%; la mayoría de emisiones en las que se han invertido se encuentran en el sector financiero previo estudio detenido de las distintas estructuras de capital. Una de las últimas incorporaciones ha sido Unicredit, compañía en la que habían invertido previamente pero en la parte de renta variable. En concreto, han adquirido un bono con vencimiento a 15 de diciembre del 2050 con el que el banco italiano pretende refinanciar la fallida ampliación de capital que intentó en 2009.

Gracias a este singular proceso de construcción de la cartera, el fondo ha sido capaz de generar rendimientos similares a la renta variable con una volatilidad estable. El gestor explica que en los últimos tres años han podido generar un rendimiento medio del 7,5% con una volatilidad del 5%