Han sido tres años muy volátiles para la renta variable del sector tecnológico. Las fuertes subidas de 2023 quizás hayan hecho al inversor olvidar que tan solo un año antes esas mismas empresas dejaban atrás un 2022 de caídas entre el 50 y 70% de su valor. Como bien recuerda Tony Kim, gestor del BGF World Technology Fund, en 2021, el sector siguió beneficiándose del auge posterior a la pandemia. A finales de año, la inflación pegajosa y la preocupación por la subida de los tipos de interés provocaron una dispersión significativa en el sector tecnológico. Las fuertes subidas de tipos llevaron a las acciones tecnológicas a una fuerte caída en 2022. Por el contrario, 2023 fue un año excepcionalmente positivo para la renta variable tecnológica, especialmente las mega caps.
Update del BGF World Technology Fund: ante las primeras fases de una nueva era de inteligencia

Tony Kim. Foto: cedida por BlackRock
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