Update del Legg Mason Clearbridge US Appreciation: filosofía, posicionamiento y resultados obtenidos

Scott Glasser (Legg Mason)
Foto cedida

El Legg Mason Clearbridge US Appreciation es un fondo de bolsa americana de Legg Mason Global AM que este año disfruta de Sello FundsPeople, con la calificación Consistente. El producto está gestionado por Scott Glasser, quien además es codirector de Inversiones de Clearbridge. Su estrategia busca ofrecer rentabilidades estables y competitivas a lo largo del ciclo de inversión y, al mismo tiempo, asumir menos riesgo que el mercado. “Invertimos en valores de elevada calidad que presentan sólidos balances y un crecimiento sostenible y buscamos este tipo de inversiones en el seno de un núcleo duro de títulos de valor y crecimiento compuesto principalmente por empresas de gran capitalización líderes en sus sectores”, explica a FundsPeople.

El fondo invierte en compañías de mediana y gran capitalización. “Identificamos oportunidades mediante un análisis fundamental interno de las fortalezas financieras y el posicionamiento competitivo de cada empresa. A la hora de identificar valores que pueden mantener un crecimiento sostenible, integramos análisis internos sobre los factores ESG relevantes para cada compañía y sector que analizamos. Adoptamos un enfoque de participación activa mediante el que buscamos convertirnos en socios de confianza de nuestras empresas en cartera por medio de la interacción continuada con ellas, en forma de diálogo con el equipo directivo de la compañía sobre cuestiones financieras y de sostenibilidad, a largo plazo”.

Priorizan los valores de elevada calidad con ingresos recurrentes, un crecimiento de los beneficios sostenido y un apalancamiento reducido que, a su juicio, presentan valoraciones interesantes. Actualmente, la cartera tiene una beta de 0,91, lo que implica que suele presentar una menor volatilidad que su índice de referencia, el S&P 500.

“En una coyuntura en la que deberíamos observar tanto crecimiento como una desaceleración intermitente debido a la persistencia de la pandemia de COVID-19, buscamos diversificar la cartera. En ese sentido, invertimos en empresas de crecimiento centradas en la tecnología que registran una evolución favorable en un contexto de movilidad limitada y que se benefician de unas importantes ventas online y del teletrabajo. Por otro lado, dado que las valoraciones así lo permiten, mantenemos nuestra exposición a empresas cíclicas que se beneficiarán de una recuperación económica, al tiempo que mantenemos nuestro enfoque conservador”, indica Glasser.

Según el gestor, las disparidades que presentan las valoraciones debido a la volatilidad en los mercados generan oportunidades en términos de selección de valores. “La pandemia del COVID-19 aceleró la transición desde la distribución tradicional al canal online. Aquellas empresas que se han visto claramente beneficiadas por esta coyuntura han registrado un comportamiento favorable este año y están ahora muy caras. Un gran número de distribuidores de pequeño tamaño afrontarán dificultades o quebrarán, pero los que ofrecen productos con descuento disponen de unos balances de gran solidez y ofrecen una experiencia de compra que no se puede replicar online”.

En su opinión, las compañías de procesamiento de pagos constituyen otra opción para participar en esta temática, dado que han quedado a la zaga del mercado.

“Después de haber estado muy caros durante años, determinados títulos de suministros públicos empiezan a resultar interesantes. En un entorno de tipos de interés en niveles cercanos a cero, ofrecen unas rentabilidades por dividendo del 3,5% y unos modelos de negocio defensivos. Parece que el sector de la construcción de viviendas protagonizará un ciclo de gran solidez. La pandemia de COVID-19 y el teletrabajo seguramente reactivarán el éxodo desde el centro de las ciudades al extrarradio. La implementación del estándar inalámbrico 5G sigue generando oportunidades de inversión interesantes. Entretanto, los tipos de interés seguramente seguirán situándose en cotas cercanas a cero durante varios años, lo que lastrará las perspectivas de beneficios de los bancos y de las aseguradoras de vida”, resume.

A la luz de las inciertas perspectivas económicas a escala mundial, Glasser considera que diversificar y adoptar un enfoque equilibrado a la selección de valores, la asignación sectorial y la exposición a factores constituye una estrategia prudente. En vista de la posibilidad de que el desempleo se sitúe en niveles elevados y de que la actividad económica muestre atonía a largo plazo, cree que su filosofía de invertir en títulos de elevada calidad con sólidos balances y crecimiento sostenible alberga un mayor valor en la coyuntura actual que en ningún otro momento de la historia reciente.

La rentabilidad registrada en fechas recientes por el fondo Legg Mason Clearbridge US Appreciation se ha situado en línea con su filosofía y expectativas. Obtuvo un retorno superior durante el peor momento del episodio de ventas masivas en el mercado, en marzo, y participó considerablemente en la recuperación posterior. “En un contexto en el que el mercado ha protagonizado un repunte meteórico durante el segundo trimestre, el más importante de los últimos 22 años, nuestra rentabilidad relativa se ha visto presionada debido a nuestro enfoque conservador”, destaca.

En el segundo trimestre, los mayores lastres para la rentabilidad fueron principalmente los títulos bancarios, que se vieron perjudicados por la caída de los tipos de interés, mientras que las plataformas tecnológicas líderes fueron las que más contribuyeron a la rentabilidad. “Somos inversores con aversión al riesgo, y uno de los riesgos más importantes que vemos perfilarse es el de la concentración del mercado en un número muy reducido de títulos tecnológicos de gran envergadura, lo que recuerda a lo vivido en el tramo final de la década de 1990. Así, estamos gestionando nuestras posiciones en este segmento en consecuencia”, concluye.