Vector Navigator: qué es y cómo se gestiona este fondo de inversión

Werner Smets y Thierry Vandeghinste (Vector AM)
Foto cedida

Vector Asset Management es una compañía luxemburguesa fundada en 2001 por Werner Smets. La entidad cuenta actualmente con un patrimonio de 400 millones de euros, de los cuales prácticamente la mitad (187) están en el Vector Navigator, fondo cinco estrellas Morningstar con la calificación Consistentes Funds People. Se trata de una estrategia de renta variable global gestionada por un equipo de inversión compuesto por Smets, Thierry Vandeghinste (ambos en la imagen) y desde 2014 también por Nils de Wit, quienes tienen el compromiso de invertir el 25% de sus beneficios en los fondos.

El fondo está basado en un enfoque sistemático multifactor que sigue una metodología que les permite analizar miles de compañías tanto del mundo desarrollado como emergente a través de un modelo que les ayuda a incorporar a la cartera aquellos factores que exploten las ineficiencias del mercado. La cartera está compuesta por entre 90 y 100 compañías equiponderadas. La rotación es relativamente alta siendo aproximadamente del 250%. El plazo medio que está una acción en la cartera es de 4-6 meses, aunque hay compañías que llevan entre 2 y 3 años.

Entre las características del producto destaca el hecho de tener siempre una beta de uno, un active share superior al 80% y un tracking error de entre el 3% y el 4%, con un objetivo ex-ante inferior a 7% anualizado frente a los índices MSCI World All Countries (en euros). Con esta filosofía han conseguido que el fondo ofrezca una ratio de Sharpe a tres años del 1,21%. El objetivo del producto es superar cada año, de media, en 250 puntos básicos a los ETF globales de renta variable en euros, un objetivo ambicioso que buscan alcanzar a través de un proceso de inversión consiste en la implementación de dos modelos, el Alpha-Model y el Risk-Model, aunque la decisión de incorporar una acción a la cartera depende de los propios gestores en función de si existe algún evento geopolítico, situación especial de la compañía, u otros aspectos, debido a que esta información no la puede filtrar el modelo.

El Alpha-Model utiliza 40 factores o criterios de inversión para estimar la capacidad de una compañía para aportar rentabilidad a la cartera. Es puro stock picking. Este modelo se ejecuta semanalmente, durante los fines de semana, aunque si los gestores lo considerasen necesario lo podrían ser diariamente. La información se limpia, se filtra y se normaliza para poder estimar el comportamiento relativo de cada acción en el futuro. El Alpha-Model se puede representar realizando una clasificación de factores fundamentales (Quality & Growth, Valuation metrics, Size and Risk metrics, Analysts Appreciation y Earnings Revisions) y técnicos (price-based factors y Behavioural finance factors). Los fundamentales ocupan conjuntamente el 70% y los técnicos el 30%. Los pesos de cada grupo de factores pueden variar en el tiempo.

El Risk-Model, por su parte, realiza los ajustes necesarios para cumplir con los límites internos de gestión (peso máximo en una posición del 2%, desviación máxima por sectores, subsectores, regiones y países frente al índice del 12,5%. Desde 2011 no cubren el riesgo divisa.

Combinan factores fundamentales y no-fundamentales. La compra de una acción depende fundamentalmente de factores fundamentales, pero el cuándo comprarla depende principalmente de factores basados en el precio y el behavioural (sentimiento, momentum). Estos últimos factores los incorporaron al modelo a partir del 2012, después de que en el 2008 se diesen cuenta que son igual de importantes que los factores fundamentales. El universo de inversión está compuesto por 6.000 compañías, aunque se quedan en unas 2.700 compañías, tras aplicar distintos criterios, como la disponibilidad de información de las cuentas anuales e informes de analistas, que la acción tenga una historia de tres años (preferiblemente siete años), y que ésta sea muy líquida.