La Comisión Europea ha adoptado una serie de propuestas legislativas con el fin de reforzar la supervisión del sector financiero en Europa. Por un lado, creará un Sistema Europeo de Supervisores Financieros integrado por los supervisores nacionales y por tres nuevas autoridades europeas de supervisión: la Autoridad Bancaria Europea, la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación y la Autoridad Europea de Mercados de Valores. Estos tres nuevos organismos asumirán las funciones de tres comités ya existentes que, hasta ahora, sólo tenían poderes consultivos: el Comité de Supervisores Bancarios Europeos, el Comité Europeo de Supervisores de Seguros y Pensiones de Jubilación y el Comité de Responsables Europeos de Reglamentación de Valores (CESR, por sus siglas en inglés).
Las Autoridades tendrán nuevas competencias adicionales, entre las que se incluye la resolución de desacuerdos entre los supervisores nacionales cuando la legislación les obligue a cooperar, una situación que podría darse con frecuencia una vez se implemente la directiva UCITS IV, que permitirá a las entidades gestionar sus IIC en otros países miembros bajo la supervisión coordinada de los organismos supervisores de ambos países.
Además, los tres nuevos organismos podrán elaborar propuestas de normas técnicas, contribuir a garantizar una aplicación coherente de las normas técnicas comunitarias (mediante, por ejemplo, evaluaciones inter pares) y coordinar la supervisión en situaciones de emergencia.
Por su parte, la Autoridad Europea de Mercados y Valores tendrá la facultad de supervisar directamente las agencias de calificación crediticia.
A nivel macroprudencial, la Comisión creará una Junta Europea de Riesgo Sistémico que se encargará de detectar los riesgos que amenacen el sistema financiero europeo y emitirá alertas y recomendaciones para que los estados miembros puedan tomar las medidas necesarias para rectificar la situación o, en caso contrario, explicar los motivos.