Los estrategas de la gestora suiza sobreponderan deuda emergente en divisa local e infraponderan la denominada en dólares.
Olivier Ginguené, estratega jefe de Pictet AM, y Luca Paolini, director de estrategia de la firma, están adoptando un sesgo cada vez más positivo hacia los mercados emergentes, como se ha podido observar en sus actualizaciones de los últimos barómetros mensuales de Pictet. Si ya ha quedado claro que los estrategas de la gestora suiza ven más oportunidades en Japón y países emergentes, en esta ocasión, el principal cambio en el posicionamiento de la cartera pasa por elevar la exposición a deuda emergente en divisa local a sobreponderar, al tiempo que han reducido a infraponderar el peso de la renta fija emergente denominada en dólares.
“La deuda de mercados emergentes en moneda local, tras una prolongada venta masiva, sigue mejorando en perfil riesgo-rentabilidad”, afirman Ginguené y Paolini. Los expertos explican que, según el modelo de tipo de cambio que utilizan (en el que se tiene en cuenta las posiciones netas de activos extranjeros, la tasa de inflación y la productividad relativa), “estas divisas cotizan por término medio casi dos puntos de desviación estándar por debajo del equilibrio frente al dólar”.
Adicionalmente, afirman que la rentabilidad interna de la deuda de mercados emergentes en moneda local está en máximos de todas las clases de renta fija, con sensibilidad a variaciones de tipos de interés en mínimos; sólo se ve superada por la deuda de alta rentabilidad. Consideran otro punto de apoyo para esta clase de activo la ralentización de los flujos de salida en los últimos meses. Sus mercados favoritos son Brasil y China, el primero porque presenta valoraciones atractivas y el segundo porque creen que “se beneficiará de una inminente relajación de la política monetaria”.
Los indicadores de Japón que han seguido los estrategas requieren un análisis más exhaustivo, dado que los resultados son mixtos debido a la distorsión introducida por el incremento del impuesto al consumo del 3% al 8% que se hizo efectivo el 1 de abril. Ginguené y Paolini creen que, si afecta al crecimiento, “el Banco de Japón responderá ampliando la relajación cuantitativa”. No obstante, ambos expertos constatan que las empresas niponas han sido las únicas del mundo desarrollado en incrementar sus previsiones de beneficio.
También los emergentes están emitiendo señales contradictorias. Por un lado, observan un repunte en India, Indonesia y Corea del Sur, mientras que el índice adelantado que utilizan en Pictet indica que China ha encadenado cuatro meses de desaceleración y que “el crecimiento anualizado el primer trimestre probablemente caiga un punto porcentual, por debajo del objetivo 7,5% del Gobierno”, por lo que consideran que “sus autoridades fiscales y monetarias intervendrán”.
Sin embargo, el pronóstico es optimista en su conjunto. Ginguené y Paolini afirman que “las grandes caídas de las divisas de países emergentes seguramente impulsarán los beneficios de sus exportadores”. Además, opinan que “la aceleración del crecimiento mundial y las nuevas medidas de estímulo de China pueden crear las condiciones para que los emergentes superaran en rentabilidad a sus homólogos desarrollados”.
En cuanto a las acciones de emergentes, al cotizar a un precio 10,1 veces los beneficios del próximo año, señalan que “parecen baratas en comparación con casi todas las demás regiones” (las mundiales cotizan a 13,6 veces). “Nos atraen las acciones de países emergentes sin problemas de financiación, con flexibilidad para recurrir a estímulos fiscales y monetarios y valoraciones atractivas”, resumen los estrategas. Éstos indican que Rusia y China ofrecen una rentabilidad sobre recursos propios superior a la de casi cualquier otro mercado emergente –cerca de 14% en Rusia y 16% en China-, pero cotizan a un precio sobre su valor contable bastante inferior a la media de emergentes. Otros países en vías de desarrollo que sobreponderan son México y Filipinas.
Previsiones de Pictet para el mundo desarrollado
Ginguené y Paolini se basan en sus indicadores adelantados mundiales para afirmar que Estados Unidos está sufirendo una “marcada desaceleración del momento económico”, aunque matizan que esto se debe en gran parte a que el país ha sufrido el inverno más duro de los últimos 30 años, por lo que “será transitoria”. Son positivos los datos de confianza del consumidor, así como la recuperación de los préstamos bancarios y de los mercados inmobiliarios comerciales. Por ello su pronóstico es que el PIB estadounidense crezca a una tasa anualizada del 1,8% el primer trimestre y del 3,2% el segundo.
En Europa constatan sin embargo que la recuperación es a un ritmo inferior, la disponibilidad de crédito para empresas y hogares sigue contrayéndose y ahora sobrevuela sobre el continente el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania. “Las empresas europeas con ingresos en Rusia y Ucrania, en sectores de banca, energía o artículos de lujo son especialmente vulnerables”, apostillan.
“Mantenemos una posición global neutral en activos con más riesgo”, continúan los estrategas. Por ello, en su cartera regional europea hemos elevado bolsa estadounidense a neutral e infraponderan renta variable europea. “Hemos elevado el peso de acciones de sectores financieros a sobreponderar, para beneficiarnos de las expectativas de aumento de tipos de interés y la mejora de préstamos bancarios en Estados Unidos”, explican. La cartera refleja un sesgo cíclico al tener exposición a sectores como energía, materiales e industriales, que se beneficiarán del aumento de las inversiones. Se muestran escépticos con el sector salud, del que afirman que “está caro y vulnerable a un cambio de sentimiento tras las fuertes caídas de grandes títulos de biotecnología” e infraponderan telecomunicaciones.
Por valoraciones, los responsables de Pictet estiman que las acciones europeas son más caras, puesto que cotizan a un precio sobre su valor contable similar a las emergentes, “pero con la mitad de rentabilidad sobre recursos propios”. Las previsiones de beneficios corporativos reflejan un incremento del 10% en 2014 y del 12% en 2015 para Europa frente a los respectivos 8% y 11% esperados para Estados Unidos.
Dentro de la renta fija, la principal apuesta es el high yield europeo, que sobreponderan en cartera; Ginguené y Paolini consideran que el inversor todavía está bien pagado por el riesgo que asume y puede apoyarse en la baja tasa de impago, del 2%. “Sin embargo, con vistas al segundo semestre, creemos que la rentabilidad de la deuda pública de mercados desarrollados reanudará su tendencia alcista”, añaden. La solución de ambos estrategas es mantener una posición larga en sensibilidad a variaciones de tipos de interés, preparándose para un escenario en el que la retirada de estímulos de la Fed “debe precipitar un descenso de las expectativas de inflación, con un posible rally de los bonos de vencimientos a más largo plazo”. También están positivos con el dólar.