A la hora de invertir en mercados emergentes: ¿cuándo elegir un fondo y cuándo un ETF?

En la gestora de CaixaBank AM se invierte en emergentes a través de renta fija en deuda local, de gobiernos, tramos largos y cortos de curva; en renta variable, desde el indexado generalista hasta productos especializados por regiones, países, factores, estilo o tamaño. “El catálogo que tienes es enorme. Con esto, receta a la carta, dependiendo del nivel de convicción”, apunta Rubén Ruiz, su gestor de carteras y selector de fondos.

La estrategia es combinar gestión pasiva con activa. Explica que “con un producto de bajo tracking error y de bajo coste, ganas la dirección del mercado, porque cuando el emergente sube, o estás o te lo pierdes” y añade que, “esa beta la puedes complementar con producto de gestión activa en momentos de mayor convicción. La estrategia de materializar la inversión con una aproximación core  satellite es una aproximación que puede generar consistencia de resultados en el largo plazo”.

No echa en falta ningún tipo de vehículo. Afirma que, en los 15 últimos años, ha ganado mucha relevancia el mercado asiático, mientras que, con la guerra de Ucrania, Europa del Este “ha desaparecido del mapa y Latinoamérica cada vez pesa menos”. Con respeto a Oriente Medio cree que es el momento de Arabia.

A tres años vista, en su opinión, “los ETFs son un producto barato que va a coger más peso, mientras que los fondos blend están perdiendo terreno. Necesitas una estrategia especializada y muy diferente del benchmark, con el sello de la casa”, concluye.

Aparte de los ETFs y los fondos de inversión, Tomás García-Purriños, gestor de fondos de inversión de Santander AM, también menciona vehículos, como los derivados, “que te permiten a corto plazo bastante flexibilidad, como incrementos o disminuciones rápidas de la exposición, puesto que son muy líquidos, no sólo los del propio índice, del general, sino también los de los propios países”.

Coincide con la estrategia mencionada anteriormente de combinar gestión pasiva y gestión activa, empezando primero con un ETF y, “según avanza el ciclo, cuando el mercado empieza a discriminar compañías, ir hacia fondos de inversión y asumir algo de riesgo de gestión”. En el medio plazo, las carteras de emergentes de Santander AM mantendrán el mix de gestión con fondos, ETFs y futuros porque los tres instrumentos “son útiles, cada uno para un uso concreto. Por ejemplo, la gestión pasiva es interesante para posicionarse de forma líquida y rápida, ante inicios de tendencias. Sin embargo, con el tiempo llega un momento en el que ya no todo vale y el mercado comienza a discriminar entre diferentes regiones, factores o sectores. Es entonces cuando se demuestra la utilidad de la gestión activa y que la diferenciación es relevante”.

Por su parte, para BBVA AM, a modo general, el vehículo a elegir depende del horizonte temporal de la inversión. Así, a largo plazo, domina la gestión activa, “porque a más plazo te puedes permitir extraer ese alfa”. Sin embargo, “en una inversión más táctica, empleamos indexados o futuros”, señala Javier Galar, gestor de carteras de la firma, coincidiendo en esta combinación expuesta anteriormente.

En el caso de fondos emergentes, en la gestora la mayor parte es gestión activa “porque hacemos más fund picking para extraer el alfa de las diferentes casas y se complementa la exposición con derivados y con ETFs”.

En el caso de vehículos multiactivos, en renta variable están neutrales en emergentes y se divide al 50% entre gestión pasiva y activa, “más por un control del tracking error y reducción de costes”. En renta fija multiactivos la gestión es activa y la firma está positiva en gobiernos de deuda local y crédito emergente.

En BBVA también se va a mantener el mix a tres años, pero Galar explica que la clave está en “el presupuesto de riesgo” para tomar posiciones con gestión activa en función del tracking error y el coste del ETF.

En Franklin Templeton disponen de la gama de fondos de gestión activa generalista, regionales y por países para el largo plazo y otra más táctica de gestión pasiva para procesos satélites y core.

En la parte de ETFs, se han creado fondos indexados por país que ayuden a asentar lo que busca el cliente institucional y hacer un asset allocation sobreponderando en aquellos países que se considere. Javier Villegas, director general de la firma en España, explica que la gestora trabaja con un proveedor que tiene diseñado un proceso cuya ventaja es que ninguna compañía puede superar el 30% de la cartera. “Y eso en mercados como Corea o en mercados como Taiwán es muy importante porque, si no, las dos compañías que más pesan lo superan y, además, a un coste muy atractivo que es a 19 puntos básicos para invertir en el ETF de Taiwán y 9 puntos básicos en el producto de Corea”.

En Franklin Templeton se muestran “agnósticos” desde el punto de vista de producto y lo que se busca es ofrecer vehículos e índices a la carta, según las necesidades de cada entidad. “La innovación, más que por nosotros, va a venir por el cliente”.