"Agua, energía y tierra son recursos absolutamente cruciales que originan ideas de inversión"

Pictet
Foto cedida

En consonancia con el estado del arte en la asignación de activos institucionales, en Pictet AM proponen un enfoque ‘core-satelite’ para la estrategia global de inversión socialmente responsable. El centro se puede conformar con empresas que mejor lo hacen en materia de sostenibilidad en cada sector, los mejores de su clase. Ello incluye acciones de países desarrollados y emergentes, estrategias de superposición, soluciones indexadas y deuda con criterios de sostenibilidad. Está inversión puede completarse con una selección de fondos temáticos, con mayor riesgo pero mayor rentabilidad esperada. Según la gestora suiza, el conjunto mejora la diversificación y expectativa de rentabilidad.

Tal y como explica Christoph Butz, ingeniero forestal y experto en sostenibilidad de Pictet AM, en fondos temáticos el énfasis es en el mismo negocio de las empresas, lo que hacen, que incluye soluciones a problemas ambientales. Así, agua, energía y tierra son recursos absolutamente cruciales y originan las ideas. “No pretenden ser solución a todos los problemas de sostenibilidad, pero permiten trasladar ideas a inversiones. La biodiversidad, por ejemplo, es importante, pero no fácilmente trasladable a la inversión. Además, en la selección de acciones aplicamos factores de exclusión e inclusión -mejores prácticas- y ejercemos el voto en las mayores posiciones, en colaboración con Ethos, fundación suiza para el desarrollo sostenible”, explica.

Es el caso de Pictet Agriculture. Parte de que demasiado alimento se pierde de la granja al plato para atender al crecimiento de la demanda. En transporte, almacenamiento y procesamiento la pérdida es de entre el 10 y el 15%. El despilfarro de hortalizas y frutas en Estados Unidos llega al 23-25% y aproximadamente un tercio de comestibles para consumo humano se pierde o desperdicia a nivel mundial, lo que equivale a cerca de 1.300 millones de toneladas anuales, según datos de 2011 de la FAO. “Además, en países como Suiza hasta el 40% de la comida de los hogares se desperdicia. De manera que es posible que sólo un tercio de la producción de alimentos se llegue a consumir. Así que convienen inversiones que puedan mejorar la logística”.  

Según Butz, el consumo de proteína animal crece y se hace necesaria una transición de la pesca de alta mar a la acuicultura. Las capturas se han estabilizado en torno a 80 millones de toneladas anuales los últimos 20 años, habiéndose alcanzado el límite natural. El caso del salmón es destacable, porque su alimentación se basa en otras especies de peces. En los 90 se precisaba 3,5 kilos para un kilo de salmón. Pero actualmente compañías como Micro Balance han conseguido reducir el contenido de proteína de peces para forraje por debajo de la unidad, con una dieta más vegetariana.

“Este ejemplo de eficiencia en uso de recursos y energía lo aplicamos a la selección de acciones, teniendo en cuenta la pureza de exposición al tema. Así, plantaciones y granjas constituyen la base del fondo, seguido de maquinaria, servicios en la cadena de valor, fertilizantes y protección de cultivos”.

Sobre el agua

Por su parte, el fondo Pictet Water, puesto en marcha hace más de diez años, gestiona 3.000 millones de dólares. “Hay que tener en cuenta que sólo el 0,25% del agua del planeta es directamente utilizable para consumo. De ese volumen, el 75% se emplea en agricultura, con grandes subsidios. Además, el nivel de agua de las capas freáticas disminuye permanente desde los años 50. Podemos obtener agua fresca de salada, pero es necesario aplicar mucha energía. Así pues, se precisa una irrigación más eficiente. Además, con el aumento de la población y concentración en zonas urbanas el uso per cápita de agua se ha multiplicado por 10 desde comienzos 1900. De manera que la provisión de agua y servicios relacionados es cada vez más importante. Mientras, su precio Estados Unidos sube al mismo ritmo que el petróleo, pero de manera menos volátil. En Europa lo hace por encima de la inflación desde 1996”.

Sobre la energía

Pictet Clean Energy se centra en energías de bajas emisiones de CO2: gas natural, biocombustibles de segunda generación o cero emisiones de CO2 (viento, solar, hidroeléctrica y geotermal). En concreto, el gas natural emite entre el 50 y el 60% menos de CO2 que los carburantes convencionales, 60-65% menos óxido de nitrógeno y muy poca emisión de sulfuro óxido. A ello se añade el progreso en materia de eficiencia energética, como redes inteligentes. “Hay que tener en cuenta que los edificios consumen el 41% de la energía producida, seguido de industria y transporte. De hecho, desde la transformación sólo el 30% de la energía resulta realmente utilizable”.

Sobre la madera

El Pictet Timber parte de que la demanda de madera se ve impulsada por el crecimiento demográfico y el aumento de PIB per cápita, pues las personas más ricas consumen cada vez más fibra de madera. Pero, según el experto, hay límites biológicos y pérdida neta de superficie forestal -una superficie similar a la de Grecia cada año- y su acceso es cada vez más difícil. “La demanda crece desproporcionadamente en China y en los países asiáticos emergentes. China es ya el mayor importador de madera del mundo, por encima de Japón. Su déficit de fibra de madera, a pesar de los esfuerzos de reforestación, pronto puede suponer el 10% de la producción global de madera. A ello se añaden los factores naturales (cambio climático, plagas) y las restricciones legales y logísticas, que contribuyen a la escasez de bosques comerciales”.