Al ABC de la Proxy Fight de JP Morgan

Kamil Molendys, Unsplash

La proxy fight más emocionante del año

 

En lo que ha sido sin duda la proxy fight más mediática de la temporada 2013, Jamie Dimon fue capaz de reunir el apoyo necesario para mantenerse en el cargo como Presidente y CEO de J.P Morgan Chase.

 

Después de que los dos principales proxy advisors de Estados Unidos se alinearan en contra del leadership de la compañía, recomendando votar en contra de seis consejeros a raíz de numerosos escándalos, entre los cuales destaca la debacle de London Whale, se preveía un proxy fight muy complicada para el Banco y para Dimon, promovida, entre otros, por AFSCME Employees Pension Plan, Connecticut Retirement Plans & Trust Funds, Hermes Equity Ownership Services y New York City Pension Fund

 

Sin embargo, el Banco inició una fuerte resistencia. Los Consejeros de la compañía se reunieron con decenas de inversores durante la campaña y sin duda, esta intensa labor de engagement tuvo un impacto significativo sobre el resultado final. 

 

Finalmente, Dimon salió airoso de la contienda y a priori, se puede entender que el resultado en donde un 32,4% de los accionistas votó a favor de la separación de roles del Presidente del Consejo y Consejero Delegado, fue una victoria para el management de la compañía, un equipo directivo que ayudó al banco a navegar con éxito sobre aguas turbulentas durante la crisis financiera. 

 

No obstante, los inversores mostraron su descontento con el desempeño del Consejo del Banco, reeligiendo con apoyos apenas perceptibles a tres consejeros de la Comisión de Riesgos (David Cote, Henry Crown y Ellen Futter). Cada uno de ellos recibió un respaldo inferior al 60%, acusándoles de no haber supervisado y administrado adecuadamente el riesgo de la crisis financiera.

 

La escasa mayoría lograda llevará a que estos tres consejeros seguramente tengan que dimitir del Consejo, y en este sentido, hasta cierto punto los inversores críticos verían reivindicadas sus aspiraciones. Según Anne Simpson, la Directora de Gobierno Corporativo del California Public Employees' Retirement System (CalPERS),"The goal here is to get the board strengthened, stiffen its backbone and to get people with the experience that is needed to oversee Mr Dimon.”

 

Cabe destacar que tanto los Fondos de Pensiones como Glass Lewis, han lamentado que el debate se haya centrado en la figura de Jamie Dimon. Mientras al final de la proxy fight, el foco del análisis se ha centrado en los miembros de la Comisión de Riesgos y la necesidad de que estos dimitan, los activistas han sentido que el punto de esta controversia era la división de poderes entre el Presidente del Consejo y el Consejero Delegado; al final no era el desempeño del Señor Dimon lo que estaba en cuestión sino en el nivel de concentración de poder en el Consejo. 

 

La posición de Broadridge durante la proxy fight ha sido también objeto de controversia. Durante los últimos años, Broadridge, mediante sus servicios de plataforma de voto, ha ofrecido información continua sobre la evolución del sentido del voto tanto a inversores como a emisores. Esta información anticipada puede resultar clave, ya que permite a cada bando conocer la evolución de las votaciones y por ende la necesidad de destinar mayores recursos para ganar apoyos en una posible proxy contest.

 

En el seno de la proxy fight de J.P Morgan, el Banco logró conseguir que Broadridge dejara de proporcionar esta información a los inversores, provocando una protesta por parte del Council of Institutional Investors ante la SEC. Estamos a la espera de su reacción para ver qué impacto tendrá en futuras juntas de accionistas en los Estados Unidos.