La unión bancaria europea no llegará, como se había acordado en la cumbre europea de junio, el 1 de enero próximo. Alemania ha impuesto sus tesis y a final de este año sólo estará conformada la estructura jurídica, el marco legal. La puesta en marcha se espera para algún momento de 2013, pero lo previsible es que como pronto suceda a principios de 2014, según las agencias presentes en la cumbre que se celebra en Bruselas entre los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países de la UE.
Este retraso es especialmente importante para España, ya que el rescate directo a los bancos está supeditado al inicio de la unión bancaria. Mientras eso no llegue, el rescate de la Unión Europea de hasta 100.000 millones de euros (que el Gobierno cree que no debería superar mucho los 40.000 millones) se entregará al Estado y luego será éste el que se lo entregue a los bancos. El dinero llegará igual, pero se contabilizará como riesgo público, lo que puede traducirse en un empeoramiento de las condiciones de acceso de España a los mercados.
Durante todo el día, planeó sobre la reunión en Bruselas el fantasma del rescate a España. Nada se decidió al respecto y, de hecho, Mariano Rajoy no mantuvo ninguna reunión bilateral con otros presidentes como sí hizo en la última cumbre, la celebrada en junio. La postura de Angela Merkel (que insiste en que es España quien debe dar el paso) fue también la de dar más tiempo a la entrega de esta ayuda porque entiende que no existe riesgo de que deje de tener acceso a los mercados.
Tanto en este punto como en la unión bancaria, Merkel se situó en un plano completamente opuesto al de su colega francés François Hollande, quien pujó fuerte para que saliera adelante cuanto antes la unión bancaria y, si es necesario, la entrega de la ayuda a España (y no sólo a sus bancos).
La próxima cita importante en el seno de la Unión Europea tendrá lugar a principios del próximo mes de diciembre. Se celebrará otra cumbre donde se decidan los puntos de la unión bancaria y la supervisión única.