Alicia García (M&G): “En un entorno con los niveles de inflación como el actual los que más van a sufrir van a ser los inversores conservadores”

Hace poco más de dos años que Alicia García Santos tomó el relevo de los mandos de M&G en Iberia. Dos años que García calificaría como apasionantes. Si tuviera que usar una palabra para definir la trayectoria de M&G en Iberia en este periodo, no duda en hablar de diversificación. Y es que su mandato arrancó como todo un reto. No solo por tener que cuidar la relación con los clientes durante el confinamiento escasas semanas después de asumir las riendas. Cuando le encomendaron la tarea de dirigir la oficina su objetivo era seguir creciendo, seguir diversificando tanto a nivel de activos como a nivel de clientes. Y a día de hoy la responsable para los mercados de España, Portugal y Andorra se siente satisfecha con el trabajo. “La lectura general es positiva. Estoy contenta”, asegura.

Vida más allá del Optimal Income

Es uno de los riesgos para el negocio de una gestora. Cosechar un enorme éxito con un buen producto, pero no lograr canalizar esas inversiones en nuevos productos. M&G creció en España de la mano de buenas propuestas para el inversor conservador, como el M&G (Lux) Optimal Income capitaneado por Richard Woolnough. Pero en un entorno cada vez más complejo para la renta fija más cauta, el negocio también debía evolucionar.

En renta fija, han apostado por el crédito. A principios de 2021 trajeron a Iberia tres fondos de renta fija que tradicionalmente se habían dirigido a inversores institucionales en Reino Unido. García vio un hueco para apostar por crédito grado de inversión, flotantes de high yield o estrategias multicrédito. “En general propuestas de baja duración. Creemos que tiene todo el sentido en el entorno de inflación en niveles relativamente superiores a los últimos años que prevemos”, explica.

No es que en M&G quieran pasar página del que ha sido su producto estrella. “Sigue dando buenos resultados a los clientes conservadores, pero también proponemos diversificar”, explica. El M&G (Lux) Optimal Income sigue siendo un producto importante de su cartera. Más aún si cabe teniendo en cuenta lo complicada que está la renta fija. “Hay escasos nichos de valor. Para el momento actual hay que buscar un enfoque muy flexible, muy diversificado y con una gestión de duración muy activa”, argumenta. Y es precisamente la filosofía con la que el Optimal Income se está planteando los mercados actualmente.

La única opción del inversor conservador

Ese enfoque activo del M&G (Lux) Optimal Income es solo un reflejo de la gestión que debe buscar un inversor de perfil más cauto en un entorno como el actual. Es una tendencia que comenzó hace años y que solo se ha reforzado. “Al inversor no le queda otra que asumir más riesgo con los tipos donde están y con inflación creciente”, reconoce García.

El problema es que el concepto de riesgo también ha ido evolucionando. Los bonos ligados a la inflación pueden proteger de las subidas de los precios, pero no evitan el impacto de las subidas de tipos. Los spreads del crédito están casi en mínimos históricos. Tasas reales de rentabilidad en renta fija, solo lo encontramos en mercados emergentes. En renta fija el entorno está muy complicado, reconoce la experta. Y García es sincera: “Lo único que puedo aconsejar es asesoramiento, asesoramiento y asesoramiento”.

Y en España hace falta mucho asesoramiento para ayudar al ahorro cautivo en cuentas bancarias y productos con cero riesgo. “En un entorno con los niveles de inflación como el actual los que más van a sufrir van a ser los inversores conservadores o los que tienen su dinero en depósitos. Tener tu dinero en una cuenta bancaria es estar perdiendo poder adquisitivo sin duda”, advierte García.  

La apuesta de M&G por activos reales

Una de las áreas de negocio que más ha crecido en el último año en M&G es la pata de activos privados y alternativos. La gestora británica ya contaba con capacidades en el mercado y tenía el respaldo de la aseguradora detrás. En Iberia, de hecho, cuentan con tres responsables de originación locales dentro del área de inversión en Real Estate. Y no obstante en 2021 el área de mercados privados fue estratégica para la entidad. A principios de año crearon Catalyst, un equipo de inversión global que busca invertir hasta 5.000 millones de libras en empresas privadas que están trabajando para crear un mundo más sostenible.

La gestora ya cuenta con 75.000 millones de euros en capital institucional a nivel global, pero lo que detecta García es una demanda creciente de activos de corte más institucional en el mercado de wholesale.

Al final todo responde a una búsqueda de yield. “Lo que no es normal es que en un entorno del 6% de inflación el bono a 30 años esté dando un 2%”, reconoce la experta. Además, las gestoras cuentan con el apoyo del regulador. Tanto a nivel europeo como nacional. En España, por ejemplo, la CNMV ha planteado bajar los requisitos de entrada mínimo para este tipo de vehículos. “Siempre y cuando todo el mundo entienda lo que está comprando, claro. No podemos llegar a pensar que los activos privados pueden pasar a ser la parte central de la cartera de un conservador con los actuales horizontes de inversión” matiza García. “Se puede jugar de manera más táctica, pero no de estratégica”.

El año de la renta variable

Para batir a la inflación, el inversor tiene dos opciones: renta variable y activos reales. Y en el epicentro de ambos estaría un fondo de infraestructuras cotizadas. El fondo M&G (Lux) Global Listed Infrastructure es una de las grandes apuestas de M&G para 2022. Es una temática que se beneficia no solo de la exposición a activos reales con poder de fijación de precios sino que puede aprovecharse del crecimiento de la infraestructura renovable y la ola de la economía verde.

A nivel geográfico, García destaca la renta variable de Japón. Los gestores de bolsa japonesa de M&G detectan un cambio de mentalidad en las empresas japoneses, ahora más orientadas al accionista, más eficientes. Y en cuanto a estilo, la apuesta por el value persiste. Los sectores más cíclicos como la energía o el financiero tienen a hacerlo bien en entorno de subidas de tipos y sus beneficios están más ligados a la coyuntura económica.