Alto voltaje en los mercados financieros

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Stéfan, Flickr, Creative Commons

La de hoy volvió a ser una jornada de alta tensión en los mercados, con fuertes caídas iniciales de más del 2% que se transformaron en ganancias finales superiores al 1%. Una recomensa -otra más- para los inversores pacientes. El desplome del 6% registrado en la víspera por las bolsas chinas no tuvo contagio. Eso sí: el gigante asiático sigue estando en el trasfondo del problema. “La alta volatilidad en los mercados de valores chinos y los torpes intentos de las autoridades por detener las caídas de precios han exacerbado de hecho el nerviosismo sobre el futuro de China. Lo peor es que las salidas de capitales del país han obligado al gobierno chino a modificar su política cambiaria. Si las autoridades chinas fueran incapaces de detener la fuga de capitales y el renminbi se devaluara de forma significativa, el riesgo de crisis sistémica aumentaría sustancialmente. Pekín intenta ahora devaluar gradualmente el renminbi frente al dólar y frente a una cesta integrada por las monedas de sus principales socios comerciales. Esto aumenta aún más la vulnerabilidad de las monedas de otros países de mercados emergentes”, explica Maarten-Jan Bakkum, estratega senior de mercados emergentes de NN IP.

“En estos últimos años, la estabilidad del renminbi era prácticamente el único apoyo con que contaban esas monedas, por lo que cabe dar por descontado un aumento de la inestabilidad en los mercados de divisas. En este escenario de riesgo, el mundo emergente lleva con mucho las de perder. Con la creciente depreciación de todas estas monedas, la crisis de los mercados emergentes, que dura ya cinco años, está acercándose a un punto culminante”, afirma el experto de la entidad holandesa. “Los datos económicos de China han seguido siendo como mucho mediocres y se ha observado las mismas tendencias que se hicieron evidentes ya a lo largo de todo 2015, por ejemplo, que la inversión y la fabricación son lentas y el consumo crece al 11% anual”, subraya Neil Dwane, estratega global de Allianz Global Investors.

En su opinión, los flujos de capital siguen representando un problema para Pekín y aunque el Banco Central de China está haciendo todo lo que puede, el efecto real de vender sus reservas para hacer frente a los flujos de salida simplemente significa que las condiciones monetarias de China siguen siendo muy estrictas, teniendo en cuenta la dinámica deflacionista en los datos de producción. “Teniendo en cuenta que el Año Nuevo Chino está llamando a la puerta, y que el próximo plan quinquenal todavía está en fase de elaboración, no debemos esperar que China se convierta en una fuerza positiva hasta el segundo semestre de 2106”, afirma el experto. Pero la cuestión ahora es saber si habrá contagio de las economías emergentes a las desarrolladas, más aún teniendo en cuenta el negativo impacto que sobre algunas de sus economías está teniendo la caída del precio del petróleo, algo que también está siendo una de las razones esgrimidas por gestores y analistas para explicar los motivos de la corrección registrada por la renta variable desde comienzos de año.

Aunque los economistas argumentan que una caída sostenida de los precios del petróleo del 10% provocaría un incremento del PIB mundial anual del 0,2% para los próximos dos años, esta regla podría no funcionar siempre. Para Lucy O'Carroll, estratega macro de Aberdeen, hay al menos cuatro razones por las cuales esta regla puede no funcionar bajo las condiciones actuales. Sean cuales sean las razones que justifiquen el comportamiento de los mercados, lo que es evidente es que el sentimiento ha cambiado. El S&P 500 ha tenido su peor comienzo de año desde 2008. “El sentimiento alcista ha caído a su nivel más bajo desde 2009. También es cierto que cuando este sentimiento se disipa suele ser un indicador contrario. En las dos últimas décadas, la bolsa americana ha obtenido históricamente un 30% de rentabilidad en los siguientes 12 meses a que el sentimiento alcista tocara suelo. Los inversores deberían recordar que la noche es siempre más oscura justo antes del amanecer”, aseguran desde J.P.Morgan AM.

En consecuencia, no es de extrañar que muchas gestoras recomienden mantener la calma y soportar la volatilidad para no vender en el peor momento. ¿Cómo actuar? Luis Ojeda, responsable de Deutsche AM para Iberia, cree que los inversores deben considerar cuatro aspectos. Uno: si la composición de sus inversiones tiene un perfil de riesgo que se adapta a su perfil de riesgo, incluyendo una adecuada diversificación. Dos: si los activos que componen su cartera tienen una relación rentabilidad/riesgo atractiva a medio y largo plazo (evitando inversiones con una relación asimétrica donde la rentabilidad potencial es muy baja y alto el riesgo a medio y largo plazo). Tres: considerar como escenario central macro que el tiempo con bajos crecimientos puede prolongarse más tiempo que en otros ciclos. Y cuatro: las crisis de deuda y sus correspondientes periodos de desapalancamiento suelen ser prolongados. “Es necesario considerar un amplio rango de niveles de entrada en lugar de fijar un nivel único, y hacerlo a través de gestores especializados en esa clase de activos”, afirma.

Para Carla Bergareche, directora general de Schroders para Iberia, dependiendo del perfil de riesgo de cada inversor pero siempre con el punto de mira puesto en el largo plazo, será clave seleccionar productos que permitan construir carteras diversificadas y flexibles que puedan capear los temporales, adaptándose al entorno cambiante, al tiempo que generan rentabilidades consistentes. "Una manera de hacerlo es a través de estrategias descorrelacionadas y de retorno absoluto, tanto de renta variable como de renta fija, que pueden beneficiarse de cualquier tendencia del mercado”, algo –según Íñigo Escudero, director de Ventas y de Servicio al Cliente de Invesco para Iberia y Latinoamérica- “fácil de decir pero muy complicado de aplicar, sobre todo cuando los mercados suben y estas estrategias/fondos descorrelacionados podrían restar. Esto es la verdadera diversificación”, recuerda. (Leer más consejos).