Amundi Funds European Equity Conservative: batir al mercado con la gestión del riesgo

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Bruno Taillardat, director de smart beta y factor investing de Amundi

El Amundi Funds European Equity Conservative, al igual que el conjunto de la gama Conservative de Amundi, defiende que la mejor manera de batir al mercado de forma consistente a largo plazo es a través una gestión constante del riesgo. En el abanico de soluciones conservadoras, el objetivo es generar a largo plazo rendimientos superiores a los del mercado a la vez que evitan riesgos que no aportan beneficios, con el fin de minimizar las caídas del mercado a corto plazo. El riesgo es para el equipo gestor un concepto multifacético. “Y solo puede abordarse adecuadamente a través de un proceso de construcción de carteras científico y disciplinado”, explican.

El fondo combina análisis cuantitativo y cualitativo aplicado a la renta variable europea para seleccionar las acciones y construir una cartera con el perfil riesgo rentabilidad más eficiente. Dado que piensan que los riesgos ESG han aumentado gradualmente a lo largo de los años, los gestores han integrado cada vez más criterios de sostenibilidad en el proceso de inversión, con el fin de mitigar dichos riesgos.

Cuenta con el Sello Funds People 2019 por su calificación Consistente. Está capitaneado por Bruno Taillardat, director de Smart Beta y Factor Investing, Melchior Dechelette, director de Risk Efficient Solutions y Marc-Ali Ben Abdallah y Hiba Aourir, ambos gestores de Risk Efficient Solutions de Amundi.

Proceso de inversión

La ESG entra en juego desde el primer momento de la construcción de la cartera con un doble filtro:

• Como parte del mandato obligatorio SRI de Amundi excluyen sistemáticamente a las compañías con calificación G (la peor).
• Además, elimina al 5% de los emisores peor calificados en los estándares de Gobierno Corporativo y Medioambientales, utilizando la misma metodología de calificación ESG de Amundi. El objetivo es garantizar una puntuación ESG global más elevada que la del índice y eliminar los riesgos no recompensados que pueden integrarse en algunas compañías con bajos estándares ESG.

Siguiendo una filosofía de inversión conservadora, el equipo realiza un control bottom-up y top-down continuo de una gama cada vez mayor de factores de riesgo para optimizar el control de riesgos de la cartera. Buscan identificar, cuantificar y mitigar cualquier riesgo que no ofrezca rentabilidad de forma continua, en función de la monitorización de los fundamentales del mercado, el equilibrio entre la perspectiva macro y el comportamiento del mercado, las características específicas de las acciones, las noticias y la evolución general del mercado. Cualquier decisión derivada de dicho análisis se implementa en la cartera utilizando restricciones temporales adicionales. “Esto dará lugar a la construcción de una cartera que durante un período prolongado pueda soportar cualquier caída del mercado, independientemente de los catalizadores actuales del mismo”, afirman.

En los últimos años, por ejemplo, aplican una restricción de calidad adicional a nivel de cartera para evitar una excesiva concentración en acciones financieras e inmobiliarias, a pesar de baja volatilidad. De hecho, el factor de baja volatilidad se tiene cada vez más en cuenta para las acciones financieras e inmobiliarias, cuyo perfil de calidad generalmente está por debajo del estándar de cartera que queremos alcanzar.