Análisis del primer impacto de las subidas de tipos en los fondos: flujos, calidad y duración

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Fuente: Ricardo Resende, Unsplash

Inversores y gestores a la par se preparan para la nueva era de subidas de tipos. La Autoridad Europea de Mercados y Valores, ha publicado su nuevo análisis de tendencias, riesgos y vulnerabilidades. Entre los factores de preocupación, destaca para la industria de la gestión de activos la nueva política monetaria.

Más de una década de inflación baja y bajos tipos de interés están llegando a un final abrupto”, avisan desde ESMA. “Esto plantea considerables riesgos a medio plazo para gestoras de activos, con impactos en el rendimiento y los flujos de fondos probablemente que variarán según las clases de activos”, prevén.

La calidad crediticia en high yield, en mínimos

En opinión de ESMA, los riesgos de crédito, valoración y liquidez son elevados en el sector de fondos de renta fija. Concretamente, la exposición a riesgo crediticio permaneció alto en la primera mitad de 2022. Especialmente en los fondos de high yield.

De hecho, la calidad crediticia de las carteras high yield están cerca de mínimos de cinco años. Como se aprecia en el gráfico anterior, el rating medio de estas carteras está entre el BB- y B+. “La probabilidad de que se materialice el riesgo de crédito ha incluso aumentado con el deterioro del entorno macro y las subidas de tipos de interés”, advierten desde ESMA. Esto lo podemos ver bien con el ensanchamiento de los diferenciales que se ha vivido este año:

Rebalanceo de la duración

También ha aumentado el riesgo de tipo de interés con la expectativa de una inflación mayor. “Actualmente, el mayor riesgo para los fondos es una corrección desordenada tras un repunto de los tipos de interés”, afirman desde ESMA. Aquellas carteras con duraciones más largas verán una caída de su valor a medida que la inflación lleve al alza los tipos.

Pero ya estamos viendo cómo los gestores se están preparando. La duración de las carteras de renta fija cayó en la primer mitad de 2022. Así, según los cálculos de ESMA basados en la duración media actual, un incremento de 100 puntos básicos en las tires podría tener un impacto del -7% en el NAV de los fondos de renta fija, lo que podría desencadenar reembolsos significativos.

Efecto en flujos

Todos estos riesgos no solo impactan a las carteras en sí. También afecta a los flujos a fondos. La subida de tipos en EE.UU., por ejemplo, llevó a un importante reasignación de fondos de bonos (– 4,7 % NAV en la primera mitad de 2022) a fondos que ofrecen cierta protección contra tipos más altas. Algo que, hasta la fecha, contrasta con lo que está pasando en Europa.

En el primer semestre de 2022, los flujos acumulados de Estados Unidos hacia fondos que ofrecen protección contra la inflación o tipos más altos, como fondos ligados a la inflación (1.500 millones de euros), fondos de préstamos (14.000 millones) y fondos de materias primas (16.000 millones), superó a los equivalentes de la UE. Además, ya había entradas significativas en los fondos estadounidenses que invierten en la deuda del gobierno ligada a la inflación en 2021.

Salidas en monetarios

Otro punto donde se aprecia el efecto negativo en los flujos es en los fondos de ultra corto plazo. Los monetarios sufrieron importantes salidas en la primera mitad de 2022. Según los cálculos de ESMA, equivalentes a un 9,2% del NAV del esta clase de fondos. Como bien recuerdan desde la institución, los monetarios suelen usarse como herramienta de gestión de la liquidez entre inversores institucionales o empresas, lo que dicta los flujos a lo largo del año. Pero en este caso, ni la mala rentabilidad que ofrecen ni la estacionalidad de la gestión de la liquidez explican tal magnitud de salidas de capital.

Por poner las cosas en perspectiva, los reembolsos en este periodo han sido superiores a los que se vivieron durante la pandemia (primera mitad de 2020), cuando salió el equivalente al 4,6% del NAV. Claro que ha sido a una velocidad menos abrupta que entonces.

Además, estas salidas en monetarios se han producido en todas las divisas. Eso, a pesar de las diferencias en rentabilidad entre monetarios en dólares estadounidenses (+1,1% retorno mensual medio) y monetarios en euros (-0,1%).

Así, la explicación que encuentra ESMA es que los flujos negativos a estos vehículos se deben parcialmente a las expectativas de subidas de tipos. A pesar de que los monetarios muchas veces se benefician de momentos de huida hacia la calidad/activos refugio, en esta ocasión sufren porque los inversores se están alejando de productos de renta fija en general.