Banco Santander acuerda no continuar con el nombramiento de Andrea Orcel como consejero delegado del banco. El consejo anunció en septiembre el nombramiento de Orcel, sujeto a las condiciones habituales, incluidos seis meses de garden leave.
La entidad explica que cuando se acordó la retribución anual que percibiría como consejero delegado en Santander, en línea con la de José Antonio Álvarez, no era posible anticipar el coste final para el grupo de abonar las retribuciones diferidas que se le habían asignado en su puesto anterior y que habría perdido al abandonarlo.
Sin embargo, en los últimos meses, el banco español ha mantenido conversaciones relativas a los términos de la salida de Orcel de la entidad en la que trabajaba. En este sentido, indican que el coste para Santander de compensarle por su retribución diferida a lo largo de siete años, y otros beneficios que le correspondían por su puesto anterior sería una suma significativamente mayor que la prevista inicialmente por el consejo en el anuncio de su nombramiento.
En este sentido, el consejo considera que sería inaceptable para un banco comercial como Santander hacer frente al coste de contratar a una persona, “aunque sea de este nivel y esta trayectoria a la luz de los valores de la entidad y de la responsabilidad que tiene con sus stakeholders y las sociedades de los países en los que opera”, destacan.
En este contexto, el consejo considera que no sería adecuado seguir adelante con el nombramiento. Por tanto, mantienen a José Antonio Álvarez, que ha seguido como consejero delegado tras el anuncio del nombramiento y que tenía previsto ocupar la presidencia de Santander España en marzo próximo, como consejero delegado del grupo. Asimismo, ocupará el puesto de vicepresidente del consejo.
Por su parte, Rodrigo Echenique, que tenía previsto dejar su actual cargo de presidente de Santander España en marzo, continuará hasta la designación de su sucesor.