La firma espera quintuplicar sus activos bajo gestión en cuatro años.
Altair Finance se marca un objetivo ambicioso: quintuplicar sus activos bajo gestión en cuatro años. La gestora, con 200 millones de patrimonio, espera elevar sus activos hasta los 1.000 millones en los próximos cuatro años.
A este objetivo podría ayudar el desarrollo de nuevos vehículos, como sería uno de renta fija muy concentrado con un objetivo de rentabilidad cercano al 3%, y ganar cuota en su fondo de renta variable lanzado en 2017, el Altair European Opportunities. “Hay dinero muy insatisfecho que se había emancipado de la banca”, destaca Antonio Cánovas del Castillo, presidente y socio de la gestora.
Alberto Sánchez, gestor del fondo de renta variable junto a Juan Canovas, discrepa que las bolsas estén caras. “Lo que sí es verdad es que están en máximos, pero cuando pones en contexto los precios con los beneficios está estable en Europa de media”, señala Sánchez.
Ven grandes oportunidades en empresas que no estén en los índices. “Tarde o temprano va a quebrar la rutina de inversión. Cuanto más gestión pasiva mejor para la gestión activa”, determinan.
Como posibles temas de inversión para 2020 y 2021 destacan a compañías con alta rentabilidad por dividendo y balances sólidos, así como empresas del sector de infraestructuras, eléctricas con renovables o de electrificación, con prima verde. Por otro lado, tendrán exposición a Asia, a compañías relacionadas con la revolución tecnológica (5G, inteligencia artificial, internet de las cosas....) y empresas del sector farmacéutico y de salud dada la fuerte aceleración en innovación.
A nivel general, las expectativas para 2020 son que los bancos centrales se mantengan neutrales, que se mantengan unas valoraciones exigentes, un mercado dominado por la volatilidad y un retorno a los fundamentales en bolsas, créditos y tipos de interés. En renta fija, consideran, “no hay recompensa para el acreedor de empresas con riesgo”.
Consideran que para gestionar en un “entorno de gran moderación” hay que reducir el riesgo bajista sin renunciar a rentabilidades positivas. Por tanto, realizarán una gestión activa de los diferentes factores de rentabilidad: tipos de interés, diferenciales de crédito, divisas, renta variable y liquidez. Asimismo, implementarán estrategias diferentes de retorno absoluto como coberturas de volatilidad, arbitrajes en crédito y apuestas de situación.