Ariel Bezalel (Jupiter AM): “Un toque acomodaticio de la Fed no es suficiente como para impulsar un rally sostenible”

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Foto cedida

El BCE ha sido el primero de los grandes bancos centrales en confirmar lo que desde hace meses descuenta el mercado: es el momento de volver a poner sobre la mesa esas políticas monetarias acomodaticias ante el temor de que la desaceleración económica acabe convirtiéndose en una recesión. Esta semana le toca el turno a la Fed y aunque el consenso diverge en el timing no lo hace en su previsión de que también la Reserva Federal complacerá al mercado anunciado bajadas de tipos antes de que acabe el año.

Sin embargo, surge la duda de si este giro acomodaticio de la Fed será suficiente como para revertir ese retroceso económico que tanto teme el mercado. Ariel Bezalel, jefe de estrategia en renta fija de Jupiter AM y gestor del fondo Jupiter Dynamic Bond, que cuenta con Sello Funds People 2019 por sus calificaciones de Blockbuster y Consistente, explica por qué este cambio de rumbo de la Reserva Federal puede no ser suficiente como para que el inversor asuma virar su cartera desde un sesgo más defensivo a otro más agresivo.

“A la Reserva Federal le queda muy poca munición en la recámara para estimular la economía, dado que sigue teniendo limitaciones por su enorme balance y porque los tipos siguen estando cerca de los mínimos históricos en los niveles actuales (2,25%-2,5%). De hecho, hay que recordar que, en la historia de la posguerra, de media, la institución monetaria norteamericana ha recortado los tipos en torno al 4,5% cuando se ha producido una desaceleración. Por eso, pienso que un toque más acomodaticio por parte de la Fed no sea suficientemente importante como para impulsar un rally sostenible. La Reserva Federal parece estar viendo la economía actual desde el mismo prisma con el que la veía a mediados de los 90”, apunta este gestor.

A su juicio,  pese a los buenos datos económicos que siguen llegando de EEUU con el dato de empleo a la cabeza, la economía estadounidense, cuya expansión es ya la más larga de su historia, presenta signos que invitan cuanto menos a la precaución como por ejemplo “el aumento en el crédito covenant-lite, y las compañías zombie, que se han mantenido en pie por los bajos tiempos de interés, hasta el deterioro persistente de los datos comerciales en centros clave en Asia y Europa. También, por el volumen de deuda corporativa, y por el aplanamiento de las curvas de tipos”, apunta.

De ahí que el gestor considere que sigue siendo momento de mantener ese carácter defensivo que ya decidió aplicar a su cartera a finales de 2018, cuando elevaron la exposición a bonos gubernamentales con calificación AAA en EEUU y Australia, y redujeron la exposición a crédito con más riesgo y menos líquidos como las emisiones de high yield, donde tienen la exposición más baja de su historia. Unos movimientos que a día se mantienen a pesar de que no descarta que ese capote que podrían echar los bancos centrales tenga un impacto positivo en mercado, aunque solo a corto plazo y no a largo, al menos mientras los volúmenes de deuda sigan estando en niveles máximos. “Cualquier estímulo de los gobiernos o bancos centrales parece que solo podrá tener un efecto transitorio en un mundo tan endeudado”, afirma.

Con esta estrategia defensiva, el fondo que maneja Bezalel consigue una rentabilidad en el año que alcanza el 5,84% según los datos de Morningstar, mientras que en los últimos cinco años se anota una rentabilidad anualizada del 2%.