Así se han posicionado las carteras para responder al desafío de la inflación y tipos al alza

Fernando Gómez (CaixaBank AM), Juan San Pío (Amundi ETF, Indexing & Smart Beta ), Francisco Simón (Santander AM) y José María Yraola (BBVA). FundsPeople.

Responsables de varias gestoras analizan, en el marco de un desayuno organizado por FundsPeople y patrocinado por Amundi ETF, Indexing & Smart Beta, cómo está afectando el entorno macro -dominado por las tensiones inflacionistas y las subidas de tipos de interés- al asset allocation de las carteras.

La incertidumbre macroeconómica y, sobre todo, la llegada de la inflación y la consiguiente normalización de la política monetaria en gran parte de las economías desarrolladas ha tenido un impacto muy significativo en la asignación de activos de las carteras, que dieron un giro defensivo durante el primer trimestre del año para reducir los activos denominados de riesgo -como la renta variable-, al tiempo que mantuvieron duraciones bajas en la cartera de renta fija.

Así lo pone de manifiesto José María Yraola, responsable de Fondos Perfilados de BBVA AM, quien destaca que los portfolios mixtos que invierten un 60% en renta variable y un 40% en renta fija están registrando este año su peor evolución en décadas. Y también que agosto y septiembre han sido los meses más adversos para los bonos soberanos de la eurozona desde el arranque de la serie histórica.

“En este entorno, el posicionamiento no podía ser el mismo que el de hace 18 meses, si bien el proceso inversor de BBVA AM ha mantenido la misma línea porque se diseñó de modo que pudiera adaptarse a cualquier fase del ciclo económico”, señala Yraola.

Desde un punto de vista estructural y aislando el ruido del corto plazo, el responsable de Fondos Perfilados de la entidad también apunta que ya se empieza a atisbar valor en el crédito de alta calidad, por lo que han comenzado a incrementar exposición en las carteras, aunque de forma gradual.

Carteras en liquidez esperando entrar en renta fija

Francisco Simón, responsable de Estrategia de Asignación Táctica Discrecional de Activos GMAS en Santander AM, explica cómo la resaca de las políticas fiscales expansivas, que se aplicaron para hacer frente a las consecuencias sociales y económicas de la pandemia, en un entorno monetario muy favorable y de fuerte crecimiento económico, empezaron a generar presiones inflacionistas hace un año, que se han visto agravadas por el encarecimiento de la energía, tras la invasión rusa de Ucrania, y la política de Covid cero en China.

Un contexto como éste ha implicado una fuerte y rápida subida del tipo libre de riesgo y un ajuste del resto de valoraciones de los activos. O, dicho de otro modo, ha provocado una desinflación de todos los activos, a pesar de no haberse producido aún un deterioro económico significativo”, indica.

En tales circunstancias y pese a las elevadas tasas de inflación, Santander AM ha apostado por favorecer el cash en las carteras -dada la ausencia de refugios, con la única excepción del dólar- y esperar a que las condiciones sean más propicias para entrar en renta fija, el mercado que probablemente recupere antes su atractivo una vez se normalice la política monetaria.

“Estamos a la espera de señales que indiquen que los tipos han alcanzado su techo. Necesitamos ver que la volatilidad se estabiliza para disponer así de una mejor perspectiva en la construcción de portfolios invertidos, en los que primaríamos a la renta fija frente a la variable porque esperamos una mayor caída de la actividad económica”, añade Simón.

Un cambio estructural en la economía mundial

Fernando Gómez, director de Impact Solutions & Private Banking Funds de CaixaBank AM, incide en el proceso de desglobalización en el que ya está inmersa la economía mundial, que se alargará en el tiempo y que implicará un menor crecimiento potencial y una mayor inflación que en las décadas pasadas.

Entre las grandes economías, la que más preocupa es China, tanto por este cambio estructural -dado que perderá el gran beneficio que le aportaba la globalización como fábrica del mundo- como por la crisis que atraviesa su otro motor económico, el sector inmobiliario residencial. “Será difícil volver a ver las tasas de crecimiento que ha estado registrando el país desde su entrada en la Organización Mundial del Comercio”, advierte.

“EE.UU., por su parte, se encuentra en un momento de ciclo más maduro, con una inflación persistente que está obligando a la Fed a elevar el tipo de referencia a un ritmo no visto hasta ahora, aumentando el riesgo de recesión. Mientras que en Europa se ha producido un shock energético y la región se enfrenta a un escenario de estanflación, cuya solución depende de factores exógenos por lo que quizás pueda dilatarse más”, añade Gómez.

Se trata de un entorno que “invita mucho a la cautela”, más allá de las restricciones de política monetaria y de la incertidumbre sobre las políticas fiscales, considera el director de Impact Solutions & Private Banking Funds de CaixaBank AM.

En este sentido, “nuestro posicionamiento estratégico está marcado desde hace tiempo por la prudencia, aunque aprovechamos movimientos que generan oportunidades en el mercado para tomar posiciones tácticas”.

Así, “tenemos niveles elevados de liquidez en el asset allocation y una exposición mínima a riesgo de tipos de interés en renta fija. En bolsa, primamos sectores defensivos fuera del euro; compañías con poca exposición al ciclo; y valores de calidad, con visibilidad de dividendo y estabilidad de beneficios.  Además, estamos largos en el dólar”.

Los ETF salen reforzados

Por su parte, Juan San Pío, director Comercial para Iberia y Latinoamérica de Amundi ETF de Indexing & Smart Beta, destaca que la clase de activos de renta fija ha supuesto un desafío para los inversores este año, también para aquellos clientes con un perfil conservador que habían invertido en este activo precisamente.

“Gestionar este hecho ha sido uno de los grandes desafíos a los que nos hemos enfrentado este año todos los actores de la industria”, asegura.

Pero este complicado escenario ha reforzado el papel que juegan los ETF, sostiene San Pío, quien destaca cómo estos instrumentos han demostrado ser una herramienta eficaz para gestionar las estrategias y hacer ajustes, ofreciendo liquidez y mostrando precios, incluso en momentos de alta volatilidad en renta fija.

“En estas tensas fases del mercado, los ETF mostraron fiabilidad y madurez, ya que ayudaron a los inversores a diversificar sus carteras asegurando un rápido acceso al mercado y la gestión de los riesgos de liquidez”, añade.