Ya se apuntaba antes de la llegada de MiFID II y se está confirmando en 2018. La gestión discrecional será uno de los servicios clave en el contexto normativo actual. Banca March ya gestiona 600 millones de euros y más de 700 clientes bajo esta modalidad, siendo el patrimonio medio de los clientes en este servicio superior a los 850.000 euros.
Tal y como subrayan los resultados trimestrales de Banca March, el negocio de banca privada y patrimonial registró un avance en los nueve primeros meses de 2018. En este periodo, el volumen de negocio se incrementó casi un 5%, hasta los 14.601 millones. En total, la actividad bancaria atesora un volumen de negocio casi 35.500 millones, un 3,9% más interanualmente.
Por otro lado, el número de clientes de banca privada y patrimonial creció un 16% respecto al mismo periodo de 2017 y los recursos fuera de balance en esta área avanzaron un 2,8%. A nivel general, el grupo se acerca a los 12.000 millones en recursos fuera de balance, un 4,3% más que 12 meses atrás.
En banca patrimonial, destacan que se ha producido una profunda transformación que ha supuesto la renovación de los equipos y el refuerzo de su oferta de productos con la incorporación de profesionales especializados en las áreas de Productos y Coinversión.
En el marco de MiFID II, Banca March indica que “no quiere renunciar a su esencia, que es disponer de productos propios, ofreciendo a los clientes la posibilidad de invertir junto a la entidad (coinversión)”. Sin embargo, señala que, de facto, trabajan como una sociedad independiente porque ofrece un completo catálogo de servicios de inversión, el uso de arquitectura abierta y la alineación de intereses con los clientes (a través de la coinversión).
En este sentido, la entidad ofrece una posibilidad de cobro dual: bien a través de retrocesiones en los servicios de ejecución y asesoramiento puntual; o bien explícito, en el caso de la Gestión Discrecional de Carteras (GDC). En asesoramiento recurrente el cobro es explícito e implícito.