Banca regional americana: análisis sobre su estado de salud y posibles problemas a los que se pueda enfrentar

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Foto: Adam Nir, Unsplash

“No hay riesgo sistémico por la quiebra de Silicon Valley Bank, pero hay que vigilar las zonas vulnerables que deja al descubierto el colapso de la entidad”, coinciden en señalar Monica Defend, directora del Amundi Institute, Vincent Mortier, director de Inversiones en Amundi y Matteo Germano, director Adjunto de Inversiones en la misma entidad. Dicho de otro modo: el impacto es limitado, pero ello no quiere decir que no haya que estar muy atentos a sus consecuencias y a las señales que lanza. Es una opinión que recoge muy bien el sentir generalizado de la mayor parte de la industria de fondos con respecto a la crisis originada por la caída del banco americano.

Una de esas partes vulnerables a vigilar son los bancos de pequeño tamaño de Estados Unidos. “La quiebra del Silicon Valley Bank ha tenido un impacto dramático en los mercados financieros. Bancos de todo el mundo, incluidos algunos de los más grandes y mejor capitalizados, han visto cómo sus cotizaciones se desplomaban, mientras que los diferenciales de crédito se ampliaron, especialmente en Estados Unidos”, recuerda Steven Bell, economista jefe para EMEA de Columbia Threadneedle. Desde Fidelity International reconocen que es difícil anticipar cómo se desarrollará la crisis a corto plazo, porque el mercado no se rige por los fundamentales, sino por el sentimiento.

La vulnerabilidad clave de todos los bancos es su susceptibilidad a la fuga de depositantes, si éstos pierden la confianza debido al deterioro de los fundamentales económicos, al comportamiento gregario o simplemente a la desinformación en los medios de comunicación. “Si los depositantes siguen huyendo de los bancos, desencadenando un efecto dominó, es probable que los responsables políticos tomen nuevas medidas, incluida una posible garantía general de todos los depósitos de los bancos comerciales pequeños, lo que acabaría devolviendo la confianza al sistema y probablemente revirtiendo algunas de las recientes oscilaciones del precio de las acciones”, afirman desde la entidad.

Consecuencias para los bancos regionales americanos

Dada la escasa supervisión reguladora de los bancos estadounidenses más pequeños, existe la preocupación de que otros bancos puedan enfrentarse a problemas similares a los del Silicon Valley Bank. Según David Knutson, responsable de gestión de productos de renta fija de Schroders, algunos bancos comunitarios más pequeños con franquicias de depósitos concentradas pueden ser vulnerables. "Estamos analizando detenidamente el impacto que el endurecimiento cuantitativo, junto con la rápida subida de los tipos, está teniendo en los flujos de depósitos a través del sistema. Nos sentimos muy cómodos con la liquidez de los principales bancos estadounidenses. Seguimos vigilando la situación, sobre todo en lo que respecta a la disponibilidad y la demanda de crédito".

Desde PGIM Fixed Income no descartan el surgimiento de ciertas tensiones –si bien limitadas– en los mercados de financiación mayorista o corporativa en los bancos más pequeños. “Los tesoreros de las empresas harán bien en rotar sus depósitos en aras de la diversificación. Esto, a su vez, implica que varios bancos se tendrán que replantear cómo repagarán las facilidades a largo plazo creadas por los bancos centrales durante las crisis de los últimos años (por ejemplo, las TLTRO en la eurozona o el TFSME en Reino Unido)”. Desde la perspectiva de los clientes bancarios, también anticipan ciertas tensiones de liquidez para los prestatarios de capital riesgo (venture capital) y del sector tecnológico, que -a su juicio- podrían acabar influyendo en cierta medida en las valoraciones del crédito privado.

Tiffany Wilding, economista de PIMCO, cree que lo sucedido tendrá dos consecuencias importantes para los bancos regionales americanos. En primer lugar, ve probable que muestren una mayor aversión al riesgo, al menos a corto plazo. “Es difícil creer que estos bancos, temiendo una posible salida brusca de depósitos, no endurezcan sus normas de concesión de préstamos y ralenticen la originación de créditos como resultado directo”, afirma. En segundo lugar, y relacionado con lo anterior, considera que la regulación bancaria para los regionales tiene el potencial de volverse más estricta. “Es probable que la Fed endurezca las normas regulatorias de los grandes bancos regionales allí donde pueda, reduciendo su capacidad y voluntad de conceder algunos de los préstamos más arriesgados”.

Y ese endurecimiento de la normativa para la banca regional tendrá un impacto en su rentabilidad. En Estados Unidos, el panorama normativo probablemente tendrá que evolucionar, en el caso de los bancos regionales. Como podemos atestiguar de la banca europea, la re-regulación es un proceso a largo plazo con impacto en la rentabilidad”, atestigua Julien de Saussure, especialista en renta fija financiera en Edmond de Rothschild AM.

Impacto bursátil en la banca regional

Según Rohan Reddy, director de Análisis de Global X, “los bancos regionales pueden enfrentarse a un mayor escrutinio debido a la mayor concentración de sus exposiciones en relación con los grandes bancos estadounidenses, pero, aun así, a menudo se trata de concentraciones geográficas en lugar de concentraciones de líneas de negocio y perfiles de factores entre los clientes, como ocurría con el Silocon Valley Bank”. Sin embargo, desde la entidad reconocen que existe la posibilidad de que el sector bancario en general, y los bancos regionales en particular, coticen con descuento respecto al valor contable en los mercados públicos a medida que los inversores asimilan los riesgos que se han producido con los bancos quebrados.

Cabe recordar que, en los últimos dos años, no ha habido quiebras bancarias en Estados Unidos. En las últimas semanas se han producido dos. “Los bancos pequeños están claramente bajo presión. La fuerte caída registrada es impresionante”, reconoce Stéphane Déo, jefe de Estrategia de Mercados en Ostrum, filial de Natixis IM. Si nos fijamos en la tipología de este descenso, las entidades de mayor calidad han aguantado mejor. Así, los bancos con un mayor ROA han registrado un mejor comportamiento bursátil que aquellos con un ROA más bajo. “Otra forma de ver el mismo argumento es que los bancos más infravalorados, los no queridos, han sido los más penalizados”, apunta el experto.

En el mercado de bonos, el sector financiero también ha sufrido un notable castigo. "El spread de los bancos frente al índice de bonos corporativos cotiza a niveles súper baratos", subraya Philippe Berthelot. El responsable de Renta Fija y Mercados Monetarios de Ostrum AM asegura que en su equipo siguen sobreponderando emisiones de grandes entidades bancarias, tanto de Europa como de Estados Unidos. A su juicio, el carácter idiosincrático de la crisis es significativo. "El modelo de Silicon Valley Bank es único. Su caso no tiene nada que ver con la situación en la que se encuentra el sector financiero, que actualmente goza de buena salud. Eso no quiere decir que la subida más rápida de tipos de los últimos 30 años no vaya a provocar dolor en algunos segmentos", reconoce.

Lo que parece claro es que, tal y como lamentan desde Generali Investments, "una vez más, las agencias de calificación llegaron tarde al juego: el 10 de marzo Moody's recortó la calificación crediticia de los depósitos bancarios a largo plazo en moneda local de Silicon Valley Bank de A1 a Caa2 y sus calificaciones de emisor de Baa1 a C".