Barry Gill (UBS AM): "En periodos como este, el mark to market es un viento de cara"

Barry Gill. Foto cedida (UBS AM)

Nos acercamos a la segunda mitad del año y seguimos inmersos en el peor arranque de ejercicio en más de una década. Pero es que no es una reacción desmedida, en opinión de Barry Gill. “Los inversores están intentando procesar mucho”, señala el director de Inversiones de UBS AM. Hay una falta de visibilidad en varios frentes abiertos.

En el plano monetario, el ruido entorno a las subidas de tipos en EE.UU., con un repunte de 75 puntos básicos de golpe, ha generado ansiedad. “Hubo un momento en el que parecía que los oficiales de la Fed competían por ver quién podía dar las declaraciones más hawkish”, afirma Gill.

A esto hay que sumar las tensiones en el plano geopolítico. En Asia, China está lidiando con un nuevo coletazo de COVID. Resuenan de nuevo las presiones sobre las cadenas de producción en un punto en el que la inflación ahoga. Pero es que Europa tiene sus propios problemas. La guerra en Ucrania ha abierto el debate sobre la seguridad energética. Si la UE acelera sus planes para desintoxicarse de la energía rusa, Gill ve altas probabilidades de ver una recesión técnica en países como Alemania.  

Así, en opinión de Gill, estamos en una encrucijada. Por un lado, tras las caídas de los últimos meses, estamos en un mejor punto de entrada que a principios de año. Pero es que, por otro, incluso un bund al 4% no bate a la inflación. “Me siento más cómodo con las tires a estos niveles, pero aún no están dando un retorno real positivo”, insiste el experto.

Receta para el escenario actual

Este nuevo entorno que detecta Gill implica un cambio en la estrategia. Ya no valen las herramientas del pasado y hay que buscar nuevas fuentes de retorno. Hay que adoptar una visión más unconstrained (sin restricciones) y complementarlo con propuestas diferenciales. Incluso bucear en mercados menos líquidos. “Curiosamente, en periodos como este, el mark to market es un viento de cara. En la Gran Crisis Financiera de 2008 los inversores descubrieron que tenían demasiada liquidez”, defiende. Este enfoque más unconstrained es especialmente relevante en la renta fija, donde Gill advierte de un entorno de mayor dispersión.

Esto implica un cambio de mentalidad. Llevamos varios años en los que la única dirección del mercado era hacia arriba. Ahora, en un mundo más preocupado por la inflación, las correlaciones entre bonos y acciones convergen. Por ello, Gill insiste en que hay que buscar nuevas fuentes de retornos. “El tren de la beta ha salido de la estación”, sentencia el experto. En parte ya hemos visto los inicios de este movimiento, con la creciente demanda por activos ilíquidos.

Dicho esto, el director de Inversiones de UBS AM es tácticamente optimista. De hecho, incluso hay partes del mercado de renta variable que le parecen interesantes. Es el caso del sector salud, donde se ha vivido una carniceria en las biotecnológicas. El sector se está viendo penalizado por el ruido a corto plazo, pero en opinión de Gill la historia a largo plazo, la de innovación, persiste. Un caso similar detecta en la banca europea, un sector que los inversores prefieren evitar.