Beatriz Barros de Lis (AXA IM): “Está siendo la crisis de las sorpresas positivas en la industria”

Beatriz Barros de Lis (AXA IM)
Foto: cedida por AXA IM.

De cualquier crisis de mercado se pueden extraer algunas enseñanzas. Y de la provocada por el COVID-19, también. Estos eventos no son situaciones agradables. Generan incertidumbre, volatilidad y mucho estrés en los inversores, pero las lecturas no siempre tienen por qué ser negativas. A veces pueden revelar aspectos de la vida que permanecían ocultos, cambios importantes que se habían producido en distintos ámbitos y en los que no habíamos reparado al no existir un detonante que los sacase a la luz. Para Beatriz Barros de Lis “ésta puede ser la crisis de las sorpresas positivas”, la crisis en la que ha quedado demostrado que la industria de gestión de activos ha cambiado para mejor y en la que han quedado probadas algunas teorías que en los últimos años la directora general de AXA IM para España y Portugal había venido defendiendo en sus conversaciones con clientes.

Tal y como explica en una entrevista con FundsPeople, uno de los cambios más evidentes radica en el comportamiento mostrado por el inversor final ante el desplome de los mercados. Al contrario que en crisis anteriores, esta vez ha sabido ser paciente y tolerar las pérdidas, lo que al final está teniendo premio en forma de recuperación del patrimonio.

“Han demostrado una gran madurez aguantado las dramáticas caídas de febrero y marzo, como evidencia un volumen de reembolsos muy escaso. En mi opinión, eso es fruto de dos cosas. En primer lugar, del buen acompañamiento realizado por las entidades distribuidoras, que han sabido transmitirles muy bien el mensaje de que vender era la peor opción, como así se ha demostrado. Esa buena compenetración entre asesor y cliente es una muy buena noticia y está dando resultados muy positivos. Y, en segundo, a que en esta ocasión, al contrario que en crisis como la de 2008, el inversor final está más cerca del problema. Lo está viviendo en primera persona, lo que le permite entenderlo más fácilmente”, afirma Barros de Lis.

Otra de las cosas que ha quedado probada con esta crisis es que el sector estaba preparado para seguir ofreciendo gestión y servicio de manera telemática. “Los empleados de AXA IM a nivel global están trabajando en remoto a través de conexiones y soportes tecnológicos que funcionan muy bien. Hemos podido seguir en contacto con nuestros clientes desde el minuto uno. Toda esta parte logística ha sido un gran descubrimiento. Se ha demostrado que estos equipos de IT prestan un servicio clave en una entidad. Ha sido una prueba de fuego tanto para las gestoras como para nuestros clientes. Tardaremos tiempo en volver a las oficinas y, cuando lo hagamos, nuestra forma de trabajar cambiará con respecto a cómo lo hacíamos antes del COVID-19”, augura.

La ESG supera el test de estrés

Otra de las sorpresas positivas que ha podido apreciar Barros de Lis hace referencia al comportamiento del mercado durante esta crisis, concretamente al hecho de que las compañías con un rating ESG superior se hayan comportado mejor que las que cuentan con una nota más baja. Y esto es algo que le reconforta especialmente, sobre todo teniendo en cuenta que es un mensaje, el de la inversión con criterios sostenibles, en el que ha venido insistiendo desde hace mucho tiempo.

“Todo el crecimiento experimentado por la inversión responsable en estos años se ha producido en un mercado alcista. La ESG nunca había podido ser testada en una caída de mercados tan brusca. Ahora ya sí. Y los resultados de esta prueba han sido contundentes. En la casa hemos confeccionado una cartera en la que incluimos todas aquellas acciones de compañías con el scoring de sostenibilidad más alto (entre 8 y 10), con el objetivo de compararla con una cartera compuesta por los valores con los peores niveles (entre 0 y 2). La conclusión habla por sí sola: las primeras han registrado una rentabilidad 16,8 puntos porcentuales superior a las segundas. Esto es bastante elocuente”. En renta fija los resultados a los que han llegado ofrecen una conclusión similar.

“Las compañías con los estándares ESG más elevados han mostrado un rendimiento 5,2 puntos superior a las de peor rating. A largo plazo, la inversión ESG mejora la rentabilidad-riesgo de una cartera porque, en fases de turbulencias, ofrece una mayor resiliencia. La seguiremos defendiendo con esfuerzo y pasión”, asegura. En AXA IM, además, han puesto en marcha una iniciativa solidaria con la donación de 500.000 euros a la organización Access to Medicine Foundation, cuyo objetivo es impulsar medidas de prevención y respuesta a las enfermedades infecciosas como el COVID-19 en los países con rentas bajas. La gestora también donará el 5% de las comisiones generadas por sus fondos de impacto para apoyar a proyectos adicionales de desarrollo e impacto social.

Momento propicio para construir carteras

Si en marzo la mayoría de las preguntas de sus clientes giraban en torno a la liquidez de los productos, a partir de abril, una vez que han comprobado que no había problemas de este tipo, las cosas han cambiado de manera radical. “Ahora lo que demanda el cliente es información que le oriente sobre cómo debe posicionar sus carteras y realizar los cambios de asset allocation correspondientes. El inversor está buscando y evaluando nuevas oportunidades”. A juicio de la directora general de AXA IM para España y Portugal, es un momento muy propicio para construir carteras.

“En renta variable, antes de la crisis, existía la percepción de que todo estaba caro. Ha llegado la gran corrección y ahora se vuelve a considerar entrar en bolsa. Había determinados segmentos que ya eran muy atractivos antes del COVID-19, como los temáticos, que se benefician de las grandes tendencias a largo plazo, que es donde va a estar el crecimiento. Digital, robótica, longevidad… son temáticas por las que estamos apreciando un especial interés. Muchos inversores están empezando a darse cuenta de que el criterio geográfico es cada vez menos relevante a la hora de construir una cartera de renta variable. Es más importante ser selectivos. Hay compañías que, pese a los estragos que está provocando el coronavirus en la economía, están viendo aumentar sus ingresos, como aquellas con un negocio muy vinculado al mundo digital”.

Ojo a lo que está sucediendo en renta fija

Por otro lado, en el mercado de renta fija se están produciendo algunas anomalías que, según Barros de Lis, dejan al descubierto interesantes oportunidades de inversión, que aún no han sido explotadas. “En marzo se produjeron reembolsos en fondos de bonos de corta duración debido a la necesidad, por parte de los inversores, de generar liquidez de manera momentánea. Es algo típico en las crisis. Esa búsqueda o necesidad de liquidez ha hecho que se hayan producido ventas en los tramos cortos, lo que ha provocado un aplanamiento de la curva como consecuencia del incremento de las tires de los bonos con duraciones más bajas”, explica.

Barros de Lis pone el acento en lo que significa el anuncio del Tesoro americano de emitir casi tres billones de dólares entre abril y junio, un volumen equivalente al 14% del PIB de EE.UU. “La Fed tiene un balance que ya es enorme y su capacidad para absorber la emisión del Tesoro tiene un límite. Entrarán fondos de pensiones, compañías de seguros y compradores extranjeros para poder cubrir esa enorme cantidad de deuda. Eso significa que llegará un momento en el que los tipos en EE.UU. tendrán que subir para hacer más atractivo ese papel. En unos meses podríamos encontrarnos con subidas de tasas por parte de la Fed, de ahí que sea más interesante estar en la parte corta de la curva. Es un tema a tener en cuenta”.

En su opinión, la deuda a corto plazo es un buen lugar en el que alojarse, al presentar unas valoraciones más atractivas que la parte larga. Y EE.UU. la gran oportunidad de inversión. “Tras años en los que los bonos estadounidenses no eran atractivos para un inversor en euros como consecuencia del elevado coste de cobertura (llegó a estar en torno al 3%), el hecho de que éste haya ido bajando a lo largo de los últimos 12 meses, situándose en estos momentos en los 80 puntos básicos, incrementa de manera sustancial el atractivo del mercado de renta fija americano, abriéndolo de nuevo a los inversores europeos”, subraya.

“Y todo ello en un escenario en el que la corrección del crédito estadounidense ha sido superior que el que hemos visto en Europa y en el que la respuesta de la Fed ha sido contundente, lo que nos permite estimar que no habrá muchas compañías que vean degradada su calidad crediticia”. A este respecto, la experta considera que el apoyo que brindarán los bancos centrales con sus programas de compras de activos, que en el caso de EE.UU. alcanzarán incluso al high yield, debería animar a los inversores a estudiar la posibilidad de incluir esta clase de activos de más riesgo en sus carteras, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de “un mercado donde, generalmente, tras intensas ampliaciones de spreads como las registradas en marzo se producen rápidas recuperaciones”.

Esos rápidos ensanchamientos y compresiones de los spreads pone claramente de manifiesto que la agilidad y rapidez a la hora de tomar decisiones es importante, ya que las oportunidades no son eternas. Aparecen y desaparecen en un abrir y cerrar de ojos. “En líneas generales, el momentum que había hace unas semanas con valoraciones tan interesantes se ha ido desvaneciendo como consecuencia del apoyo de los bancos centrales y los distintos gobiernos. Ahora la situación es bastante diferente. El escenario seguirá dominado por la incertidumbre que existe en torno a cómo volveremos a recuperar la actividad económica. Son momentos críticos”, concluye.