2014 está siendo un año especialmente complicado para Bill Gross. Y no solo porque la esperada subida de los tipos de interés en los mercados de bonos y el excelente comportamiento de las bolsas esté llevando a muchos inversores a rotar sus carteras fuera de la renta fija −la especialidad de Gross y la clase de activo que ha hecho famosa a PIMCO−, ni porque el Total Return Fund, producto que gestiona personalmente y que, con 232.000 millones de dólares de patrimonio, es el fondo de bonos más grande del mundo, sufriese reembolsos por valor de 40.000 millones de dólares el año pasado y ya acumule más de 8.000 millones en lo que va de año.
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