BlackRock lanza un ETF de renta variable japonesa con criterios ESG

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Cada vez más gestoras quieren ampliar la gama de productos con un sesgo de sostenibilidad para ampliar las posibilidades de inversión en este campo para sus clientes. Así lo confirma Tom Fekete, responsable global de producto para iShares en BlackRock: “Cada vez más inversores nos comentan que están buscando formas para incorporar un enfoque de inversión sostenible en sus carteras. Tanto si el inversor es un fondo de pensiones, una aseguradora, una gestora de activos o una gestora patrimonial, hemos creado una gama de ETF que ofrece una forma eficiente en cuanto a costes y cimentada en valores para acceder a diferentes clases de activos”.

En esta línea, BlackRock acaba de ampliar su gama de fondos cotizados sostenibles; si bien ya disponía de productos con exposición a activos europeos, ahora ha optado por lanzar un fondo que también ofrece exposición a las empresas con las máximas calificaciones en materia de criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, pero en Japón.

El nuevo producto se llama iShares MSCI Japan SRI UCITS ETF y es de réplica física. Las empresas en las que invierte cuentan con las credenciales ESG más elevadas según MSCI, que es el proveedor del índice, y se evalúan con base en las temáticas ESG más pertinentes en función de su segmento, con calificaciones desde AAA (la más elevada) hasta CCC (la más baja). Los títulos únicamente se incluyen en el índice si logran obtener una calificación mínima de A.

Los criterios que se aplican a la selección de empresas son exclusivos, puesto que el fondo no invertirá en empresas involucradas en el comercio de alcohol o tabaco, el juego, las armas de fuego de uso civil, las armas militares, la energía nuclear, el entretenimiento para adultos y los organismos genéticamente modificados.

“El lanzamiento de este fondo es especialmente oportuno ahora que los inversores están recuperando su confianza hacia Japón”, afirma Fekete. En su opinión, “la combinación del programa de relajación monetaria del Banco de Japón, el tono positivo de los beneficios empresariales —impulsado por la debilidad del yen— y la mejora de los flujos de activos están fomentando que algunos inversores incorporen exposición a Japón en sus carteras”.