BLI: los inversores no deberían ser tan complacientes con la bolsa

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KlaireLee, Flickr Creative Commons

¿Está viviendo el mercado un periodo de exuberancia irracional? Este término utilizó el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan en referencia al boom bursátil de finales de los 90, que estuvo acompañado de tasas bajas de inflación. Guy Wagner, economista jefe de Banque de Luxembourg Investments (BLI), no llega a utilizar este término, pero en vista del rally bursátil que está protagonizando Wall Street sí habla de “gran complacencia de los inversores”.

Para Wagner, esta complacencia parece fundamentarse en tres ideas: la ausencia de alternativas a la renta variable debido a los bajos tipos de interés; la posibilidad de que la Fed relaje más su programa de estímulo si dejan de publicarse buenos datos macro (bad news is good news), y que en el caso de que la economía realmente mejore, “los beneficios de las empresas aumentarán, lo que desembocaría en una subida adicional de las cotizaciones” (good news is good news). En opinión del economista, los inversores parecen desconocer una serie de acontecimientos sombríos que se ciernen sobre los mercados. 

El primero de ellos es que los mercados se han encarecido mucho en comparación con tan sólo unos meses atrás – ahora cotizan a un PER de 18,4 veces frente a las 15,6 veces de finales de 2012-, debido a que, si bien los valores subieron, los resultados empresariales han sido mediocres: “Han sido sobre todo los volúmenes de ventas y márgenes los que han decepcionado considerablemente, si bien la ingeniería financiera y, en particular, la recompra de títulos han permitido a numerosas empresas salvar la situación en términos de beneficio por acción”, afirma el experto, que añade: “Si se emplean otras medidas de valoración (beneficios normalizados, volúmenes de negocio, fondos propios, etc.), se observa que rara vez ha estado el mercado tan caro”. Wagner matiza que los mercados europeos están “un tanto menos caros”, un descuento que se debe a la composición de sus índices.

El economista jefe de BLI considera “mucho más inquietante” las poco atractivas valoraciones de los parqués porque observa hasta siete obstáculos que pueden oscurecer este año de rally. Entre los factores presentes identifica los siguientes nubarrones:

- el revés que han sufrido los parqués y las divisas de los países emergentes. 

- la incertidumbre en torno a la política monetaria de la Fed y la falta de visibilidad sobre quién sucederá a Ben Bernanke en la presidencia.

- el repunte en los tipos de la renta fija. 

- los débiles resultados empresariales publicados por “un gran número de empresas”.

Entre los factores futuros, Wagner identifica dos claramente:

- la agenda política (con las elecciones alemanas y el techo de la deuda de Estados Unidos a la cabeza). 

- “el hecho de que cada vez más inversores parecen anticipar una aceleración del crecimiento en Europa y Estados Unidos, lo que sube el listón en relación con los indicadores económicos  futuros”; vamos, que “ya no bastará con que estos sean ‘menos malos’ de lo previsto”.

El último factor viene del sentimiento. El responsable de BLI alude a:

- “la tendencia de numerosos inversores a mantener posiciones de un riesgo superior  al que acostumbran como consecuencia de la ausencia de rendimiento en las inversiones defensivas tradicionales”. 

Por lo que concluye que “cierta prudencia no está de más”.