Para determinar la composición de la cartera, el gestor aplica una rotación de riesgos en lugar de una rotación de sectores. “Eso supone que estamos menos expuestos a los movimientos del conjunto del mercado”. Posicionamiento actual del fondo.
El Schroder ISF Strategic Bond es un fondo global de renta fija diseñado para invertir en las mejores ideas del equipo que dirige Bob Jolly, máximo responsable de la estrategia. El producto, cuyo objetivo es lograr una rentabilidad total de Libor + 4% bruta anual durante un ciclo de mercado, puede invertir en todas las regiones, clases de activos y sectores, que van desde renta fija pública y corporativa convencional hasta titulizaciones y bonos a interés variable. Otra clase de activo en la que se apoyan para generar rentabilidades son las divisas, que para el gestor “son tremendamente valiosas a la hora de diversificar el tipo de riesgos a los que está expuesta la cartera”. El rasgo clave de esta estrategia es su flexibilidad, algo que el gestor considera especialmente importante en el actual entorno de mercado.
Según explica Jolly, la principal ventaja de la estrategia es que pueden abordar de forma muy diferente el posicionamiento de la cartera. “La estrategia puede ofrecer buenos resultados en un abanico de entornos de mercado más amplio que los fondos de renta fija convencionales por la forma en que abordamos el riesgo y lo incorporamos a la cartera. En lugar de la práctica habitual, es decir, rotar la exposición a distintos sectores del mercado, nos centramos en la rotación del riesgo. Eso supone que estamos menos expuestos a los movimientos del conjunto del mercado, es decir, la beta. Por extensión, eso significa que no necesitamos que un mercado de bonos concreto suba para hacer ganar dinero a nuestros clientes”, asegura.
Identificación de temáticas…
Con carácter trimestral, elaboran una hoja de ruta en la que identifican temáticas. Esperan que cada temática activa mantenga su vigencia entre tres meses y un año. Estas temáticas se derivan de su visión sobre el crecimiento, la inflación y las políticas económicas y monetarias en todo el mundo. “Cuando tenemos entre tres y cinco temáticas estratégicas, buscamos ideas para plasmar nuestra visión en cada una de ellas, en las que también se reflejará el sentimiento y el posicionamiento actual del mercado. Estas visiones y posiciones se revisan en el marco de reuniones diarias, semanales y mensuales, y se realizan ajustes tácticos en caso necesario”.
El enfoque temático pasa por el estudio en detalle de las economías y los mercados de todo el mundo, y la identificación dentro de los datos fundamentales de las temáticas que se están desarrollando para tomar posiciones que se beneficien de estas dinámicas. A la hora de tomar las decisiones, en el equipo se apoyan en los recursos de análisis de Schroders. “Los amplios recursos de la casa es algo de lo que la firma se enorgullece. Tener unos recursos específicos tan amplios constituye una ventaja real. Implica que podemos adoptar una perspectiva macroeconómica a escala verdaderamente global para acceder a un conjunto diverso de fuentes de alfa, que son los diferentes canales de exposición al riesgo que usamos cuando buscamos rentabilidades totales”, afirma el experto.
… y traslado a la cartera
“Siempre configuramos una cartera con el riesgo diversificado, pero también con catalizadores claramente definidos. En estrategias convencionales derivadas de la beta, en las que las decisiones están basadas en áreas del mercado que al gestor le gustan o no, resulta prácticamente imposible aislar la cartera de los vaivenes del mercado. El objetivo de un gestor que sigue estrategias de beta es o bien reducir la exposición a las caídas del mercado o bien batirlo cuando sube. Diversificar este tipo de estrategia con un mayor número de posiciones no reduce necesariamente el riesgo. En el Schroder ISF Strategic Bond Fund, identificamos nuestras tendencias a través del proceso de análisis y tomamos posiciones concretas para expresarlas”, asevera Jolly.
También se aseguran de que estas posiciones están diversificadas por fuentes de alfa y horizontes temporales. “Nuestras posiciones no tienen una duración predeterminada. Nos centramos en lo que sabemos, no en lo que pensamos. El mercado rara vez reacciona de forma racional a los cambios y eso puede desembocar en decisiones que no están respaldadas por datos reales”. Antes de tomar las posiciones se cercioran de que cada una de ellas cuenta con un catalizador definido tanto de entrada como de salida, supervisando las posiciones activas constantemente. “Supervisamos constantemente nuestras posiciones a través de un sistema de vigilancia del riesgo en tiempo real que nos permite ver tanto las posiciones individuales como la evolución continua de la cartera”.
Posicionamiento actual y principales fuentes de alfa
Las fuentes de alfa pueden definirse como los generadores de rentabilidad total de la cartera. “No dependemos de una única fuente. En lugar de rotar nuestra exposición entre los sectores del mercado, podemos rotar entre diferentes estrategias de rentabilidad activa, que generalmente son la duración, el país, la curva, la inflación, la deuda corporativa y las divisas. Estas estrategias reflejan nuestra visión sobre los movimientos de las divisas, la fortaleza relativa de las economías del mundo, nuestras previsiones sobre los tipos de interés y, por supuesto, los aumentos o descensos de la inflación”.
Un ejemplo podría ser su visión actual sobre la política monetaria de la Fed. “Conforme los datos económicos de EE.UU. han ido mejorando, los comentarios de la entidad sobre las posibles subidas de tipos han sido muy moderados durante algún tiempo. Eso significa que el mercado actualmente prevé que la Fed dará sus primeros pasos de normalización más tarde de lo que esperamos nosotros. En nuestra opinión, el mercado está infravalorando la proximidad del endurecimiento de las políticas de la Fed. Así, la cartera está posicionada para una subida de los tipos de interés de EE.UU. y para una revalorización del dólar. Estas posiciones corresponden, respectivamente, a dos de nuestras fuentes de alfa: la duración y las divisas”.
Visión y expectativas para el mercado de renta fija
Jolly espera que la economía estadounidense, que mejoró más de lo previsto en 2014, siga por delante del resto del mundo en 2015. “No cabe duda de que el descenso del precio del petróleo durante el segundo semestre de 2014 ha rebajado las perspectivas de inflación a corto plazo pero, en nuestra opinión, el efecto a largo plazo del abaratamiento del crudo será un impulso considerable al crecimiento estadounidense. La caída del crudo dará a la Fed razones de peso para subir los tipos más rápido y de forma más acusada de lo que el mercado cree”. También cree que el Banco de Inglaterra actuará y subirá tipos en 2015, lo que sucederá “antes de lo que el mercado descuenta actualmente”.
El gestor también considera que será un año interesante en la zona euro, ahora que el BCE ha puesto en marcha el QE. “Los tipos de los bonos ya han caído hasta mínimos históricos en todo el espectro de riesgos de la zona del euro y, si bien podría resultar difícil conseguir plusvalías, las valoraciones deberían seguir contando con un fuerte apoyo durante mucho tiempo, posiblemente bastante más allá de nuestro horizonte de un año”. Menos optimista se muestra con respecto a los mercados emergentes, que a su juicio podrían vivir un año más difícil, dependiendo de cómo reaccionen sus economías a la subida de tipos de la Fed. “Podría ser bastante drástico para estos países, y lo que es indudable es que veremos más volatilidad en 2015. Esperamos que surjan oportunidades de inversión en este ámbito en periodos de tensión en los mercados”.