Bonos verdes: los tres tipos de proyectos que hay que financiar para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 2 °C

Alban de Fay
Foto: cedida por Amundi.

El Amundi Responsible Investing Impact Green Bond se ha convertido en uno de los fondos de bonos verdes de referencia en el mercado español. El producto, que cuenta con Rating FundsPeople en 2022, sigue una filosofía de inversión enfocada en la selección de emisiones de alta calidad de compañías que, por un lado, tengan un impacto positivo en el medio ambiente y, por el otro, ofrezcan una atractiva rentabilidad a través de los distintos ciclos económicos.

“Para que un bono pueda entrar en la cartera debe cumplir los criterios definidos por los Principios de los Bonos Verdes en lo que respecta a la descripción del proyecto y el uso de los fondos; al proceso de evaluación y selección de los proyectos; a la gestión de los fondos hasta que se utilicen en su totalidad, y a la presentación de informes que incluyan la lista de proyectos financiados y su impacto previsto”, explica Alban de Faÿ en una entrevista con FundsPeople.

¿Qué financiar?

El gestor de la estrategia asegura que en el equipo se muestran muy firmes a la hora de exigir transparencia a las compañías en las que invierten. “Contamos con varias herramientas para hacer la medición y seguimiento. Seguimos un KPI precisamente,  toneladas de co2 evitadas por millón de euros invertido, para evaluar el desempeño no solo de proyectos individuales, sino también de todos los proyectos elegibles. Para nosotros es muy importante que los emisores estén muy alineados con los Principios de los Bonos Verdes”, afirma.

Por ese motivo, exigen a las empresas en las que invierten que les provean de documentación e indicadores de impacto tangibles. “A grandes rasgos, nuestra cartera está invertida en tres tipos de proyectos: energía renovable, la cual favorecemos; edificación verde, y transporte verde. Si queremos cumplir con el gran objetivo del Acuerdo de París de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el aumento de la temperatura global en este siglo a 2 °C, tenemos que financiar todos ellos, no solo uno”.

El mercado de bonos verdes crece

Según Alban de Fäy, la buena noticia es que el mercado de bonos verdes está creciendo. “El número de emisiones en el mercado primario está aumentando. Es una tendencia que continuará de cara al futuro. Por un lado, esto te ofrece una mayor diversificación tanto a nivel sectorial como de emisor. Por el otro, ya puedes encontrar compañías con emisiones de bonos verdes en toda la curva, tanto en lo que respecta a bonos senior como híbridos”, indica.

Y esto último también es muy relevante para un gestor activo como él, ya que dependiendo de cuál sea su estrategia o nivel de convicción puede decidir en qué bono sentarse. Actualmente, uno de los segmentos que encuentra más interesantes es el mercado primario. “Disponemos de una posición en liquidez de aproximadamente el 5% para poder tomar ventaja cuando se lanzan nuevas emisiones. En el secundario es más difícil aprovechar las oportunidades porque muchos inversores son de buy & hold”, explica.

El gestor del Amundi Responsible Investing Impact Green Bond reconoce que identificar cuál es el mejor momento para invertir es complicado. “Nunca sabes si estás en el mejor punto de entrada, pero definitivamente este sí que parece un buen punto de entrada”, afirma. Pero eso no quiere decir que valga todo. En crédito, por ejemplo, en el equipo están positivos, pero al mismo tiempo extreman la cautela en el proceso de selección de emisores, más aún teniendo en cuenta el escenario macroeconómico. El bond picking es clave.