En estos primeros meses de 2024, el panorama económico mundial se presenta complejo: tras un fuerte repunte a finales de 2023, los mercados de renta variable han recalibrado sus expectativas tanto sobre el crecimiento económico como sobre la política monetaria. La normalización de la inflación de bienes y servicios indica a los inversores una mayor probabilidad de recortes de tipos.
Sin embargo, la persistencia de un fuerte crecimiento y la resistencia de la inflación de los servicios suscitan dudas sobre la necesidad y el calendario de estos recortes. "Este escenario podría retrasar los recortes previstos, alterando tanto su calendario como su magnitud", advierte Anna Hawley, gestora de carteras de BlackRock.
"Mientras tanto, los valores tecnológicos de gran capitalización continúan su ascenso, apoyando la trayectoria alcista de la Bolsa. Su continuo crecimiento está impulsado por el tema de la inteligencia artificial y la sólida calidad de los beneficios, que ofrece fuertes perspectivas de crecimiento", afirma la experta. Según apunta, observando los datos alternativos, supervisados por sus modelos sistemáticos, y centrados en métricas de crecimiento e inflación en tiempo real, ven un escenario de aterrizaje suave como el resultado económico más probable. Sin embargo, a pesar de estas perspectivas relativamente favorables, la incertidumbre sigue siendo elevada, añade la gestora.
Sectores por los que apostar
Según Hawley, el optimismo bursátil está vinculado al crecimiento económico, a la evolución del tema de la inteligencia artificial y a unas condiciones crediticias relativamente favorables que respaldan una narrativa de relajación de las condiciones financieras. Reitera que la volatilidad persistente y una trayectoria de inflación poco clara pueden causar preocupación a los inversores. "Como inversores sistemáticos, explotamos datos alternativos para tratar de obtener una ventaja informativa en la comprensión de las tendencias predominantes del mercado. Utilizamos datos de diversas fuentes textuales para tratar de identificar a los beneficiarios 'menos obvios' del tema de la IA", explica.
Pero también hay sectores económicos que atraviesan dificultades en la actualidad. "Ciertas situaciones de crisis han provocado interrupciones en la cadena de suministro mundial y podrían ser un factor disuasorio para el crecimiento. Nuestro análisis sugiere que algunas empresas de venta al por menor, automoción, fabricación y aerolíneas podrían resultar más vulnerables", afirma Hawley, que, por otro lado, ve como favoritas a algunas empresas de transporte y logística y de energía.
La tecnología en el centro del proceso de inversión
Anna Hawley es gestora del fondo BSF Systematic ESG World Equity Fund, galardonado este año con el Rating FundsPeople. La estrategia se beneficia de la experiencia del equipo Systematic Active Equity (SAE) de BlackRock, pionero en la inversión activa cuantitativa en renta variable, que utiliza estas técnicas de gestión desde 1985. El enfoque del equipo integra tecnología innovadora, un enfoque científico de análisis y la intuición humana para generar rentabilidad. El equipo, formado por más de 90 expertos con formación diversa en economía, uso de datos, tecnologías de la información y finanzas, trabaja de forma integrada para construir modelos de gestión que generen nuevas ideas de inversión.
"Los datos son el núcleo de la estrategia, con capacidades desarrolladas a lo largo de cuatro décadas para procesar vastos conjuntos de datos, que abarcan más de 15 mil valores mundiales", explica la gestora. Señala que los equipos de análisis y gestión traducen hábilmente conjuntos de datos complejos en ideas económicamente viables, buscando obtener una ventaja informativa. "Como pioneros en la adopción de herramientas de análisis de texto y de IA/aprendizaje automático desde 2007, utilizan algoritmos y tecnologías avanzadas, incluyendo Large Language Models para analizar grandes datos textuales, siendo capaces de extraer insights dirigidos a capitalizar la ineficiencia del mercado", apunta.
Asimismo, el equipo de SAE integra consideraciones ASG en carteras gestionadas activamente para mitigar los riesgos y alinearse con los objetivos de los clientes. Buscando una ventaja informativa, el equipo ha estado desarrollando conjuntos de datos ASG propios desde 2015 y ahora cuenta con una amplia gama de señales sobre métricas ASG no financieras y cualitativas que consideran cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza que pueden mejorar la relación riesgo/rentabilidad, según explica la gestora de carteras. "La filosofía de inversión del equipo es que ciertas informaciones ASG pueden representar un conjunto creciente de oportunidades que pueden ofrecer un perfil de rentabilidad ajustado al riesgo mejorado", añade.
Actualización de la cartera
El posicionamiento para hacer frente a la volatilidad actual favorece un posicionamiento pro cíclico, con exposición al sector de consumo discrecional, junto con exposición al crecimiento en el sector de TI, respaldado por el tema de la inteligencia artificial y la calidad de los beneficios. Además, la estrategia combina actualmente estas posiciones con otras más defensivas, sobreponderadas en consumo básico y sanidad, e infraponderadas en materiales e industriales. Por regiones, el fondo sobrepondera EE.UU., Alemania y Dinamarca e infrapondera Francia, Reino Unido y Japón.
