Las últimas semanas nos dejan datos y gráficos históricos que se explican por sí mismos, y cuyos límites pueden estar por llegar. En medio aún de la tormenta, hay un gráfico que todo economista busca: la proyección de la recuperación, e idealmente, bajo una forma concreta que, a día de hoy, muchos analistas firmarían: esa de sonrisa de medio lado, una v de trazo largo, el famoso logo Swoosh.
En un informe de Deloitte publicado recientemente (COVID-19 Impacto y Escenarios de recuperación en Consumo y Distribución) uno de los gráficos que ha suscitado interés refleja el comportamiento de estos sectores económicos ante la actual crisis en la economia española, y atiende a la forma mencionada. El gráfico refleja la variación de la actividad respecto al año anterior.
Para leer el gráfico podemos empezar con Está usted aquí en un punto que equivale al mes de mayo donde tenemos ambos pies en el hundimiento forzoso de la hostelería, la restauración y todo tipo de actividad relacionada con el consumo y la distribución, es decir, el 75% de la producción, derivado de las medidas de aislamiento social. Aunque el devenir de la actividad y la posterior recuperación estarán determinadas por la fecha de inicio de la crisis sanitaria y la intensidad de las medidas de aislamiento, según Deloitte la estabilización del grueso de la actividad podría llegar a partir de junio y el inicio de la recuperación a finales de año.
Escenario de estimaciones
Se trataría de una estimación de la tendencia que seguirá la actividad de estos sectores, condicionada por demasiadas variables aún desconocidas, aunque también es el escenario base con el que trabajan entidades como Schroders, que al mismo tiempo advierten del riesgo de que dicho escenario el comportamiento siga una W ante un nuevo brote de la epidemia en otoño, con un impacto aún mayor en los beneficios y el empleo.
Para alcanzar los niveles previos a la crisis hay que extender el calendario más allá de 2021. La recuperación no será tan rápida como nos gustaría, llegará gradualmente y de forma desigual entre sectores y países. La pendiente de la recuperación es una de las claves que los analistas intentan descifrar aunque primero habrá que tener visibilidad para elaborar el balance de daños. El gráfico de Deloitte es solo una estimación del comportamiento que la actividad económica podría seguir y que nos permite ir haciéndonos composiciones de lugar para invertir, desinvertir o simplemente asumir lo que viene.
