Características principales de los índices de referencia de mercados emergentes (en un sencillo gráfico)

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Sharon McCutcheon, Unsplash

Debido a la extendida creencia de que la deuda de mercados emergentes es un terreno pantanoso dentro del universo de la renta fija, esta clase de activo está infrarrepresentada en muchas carteras. En gran parte, esto se debe al importante desconocimiento que existe sobre esta clase de activo. Duncan Lamont, responsable de investigación y análisis en Schroders, y Peter Ozelius, gestor en el equipo de deuda de mercados emergentes en la entidad, han querido arrojar luz sobre un universo heterogéneo, que puede aportar valor y jugar un papel muy relevante en una cartera bien diversificada. Para ello, lo que han hecho es explicar cuáles son las características principales de los índices de referencia de mercados emergentes más comunes.

Captura_de_pantalla_2019-08-31_a_las_23Lo primero que hay que tener en cuenta es que la diversidad y los factores a los que están expuestos los mercados de activos emergentes evolucionan constantemente. “Si analizamos su composición actual, la deuda corporativa de mercados emergentes y en divisa fuerte se encuentra bien diversificada tanto por países como por regiones. Además, cada una de ellas ofrece algo distinto: la primera mayor exposición a Latinoamérica, la segunda brinda con una exposición relativamente amplia a Oriente Medio y la India (5%). Por sectores, al que más expuesto está la deuda emergente corporativa es al de los servicios financieros (31%), seguido del de las materias primas (21%).

“En cambio, aunque la denominada en divisa local puede parecer bien diversificada por regiones, con más o menos un tercio en Latinoamérica y Europa y un cuarto en Asia, el índice está muy concentrado. Hay muchos países que están fuera del índice de referencia más utilizado para este tipo de deuda de mercados emergentes por problemas de accesibilidad. Debido a las restricciones que existen en este sentido, China y la India están totalmente excluidas. Por lo tanto, solo se incluyen en él 19 países y los 10 más grandes suponen el 80% del índice”, señalan. En cuanto a los riesgos específicos en cuanto a la divisa y el país, éstos son elevados. El universo de deuda de mercados emergentes denominada en divisa local, que incluye estos países, es mucho más amplio.

“El hecho de que un mercado quede excluido en un índice de referencia no significa que no se pueda entrar en él. Limitarnos al índice de referencia puede no ser lo mejor si lo comparamos con el potencial de la oportunidad en su conjunto. Por ejemplo, en los últimos años, el acceso al mercado chino de renta fija denominada en divisa local ha mejorado sustancialmente. Por eso, Bloomberg ha empezado a incorporar bonos soberanos y de bancos públicos (cuasisoberanos) del gigante asiático a su índice de referencia más conocido, el Global Aggregate, en abril de este año. JP Morgan, de momento, no ha seguido sus pasos, pero creemos que es bastante probable que lo acabe haciendo. No obstante, hoy en día, quienes quieran invertir es este mercado, pueden hacerlo”, indican los expertos de Schroders.

En lo que respecta al riesgo crediticio, con una calificación media de BBB y con el 76% de este mercado con grado de inversión, la deuda en divisa local se presenta como el segmento más seguro. Por detrás se sitúa la deuda corporativa y por último la denominada en divisa fuerte, la que peor perfil de crédito tiene. “Los inversores suelen creer que la deuda corporativa implica más riesgo que la soberana, pero en la deuda de mercados emergentes en divisa fuerte es al revés, ya que cada índice lo componen países diferentes. Esta última es además la que tiene mayor duración y, por ende, es la más sensible a los cambios en los tipos de interés en EE.UU”.

Así como estos mercados han evolucionado con el tiempo, sus características también han cambiado. “En los años 90, la deuda de mercados emergentes en divisa local estaba a la cola en cuanto a liquidez. Hoy, es el segmento más líquido de los tres. Aunque existen claras diferencias entre las distintas clases de activos que integran la clase de activo, todas ellas tienen en común su correlación con algunas variables macroeconómicas clave, como son el dólar estadounidense o los precios de las materias primas. En mayor o menor medida, todas ellas han tendido a lograr una rentabilidad mayor si el dólar ponderado por el comercio se devaluaba o si los precios de las materias primas subían”.

Si analizamos los efectos del dólar sobre ella, la deuda emergente en divisa local es, sorprendentemente, la más sensible, afectando algo menos a la corporativa y la denominada en divisa fuerte. Esta última es también la menos sensible a la evolución de precios de las materias primas. “En el análisis por regiones, afloran más diferencias. Por ejemplo, históricamente, los bonos de mercados emergentes denominados en divisa local europeos y latinoamericanos han sido los más sensibles a los precios de las materias primas, si bien sus homólogos asiáticos se han visto menos afectados. En lo que respecta al dólar ponderado por el comercio, la deuda en divisa local europea ha mostrado mucha más sensibilidad a este factor que el resto de grandes mercados”.