Tras siete años de asociación, Walter Scherk y José Carlos Jarillo han decidido tomar caminos distintos. Los dos socios fundadores y gestores de SIA se han separado profesionalmente y Jarillo ha adquirido a Scherk su participación en la gestora. Hace un año, la entidad se planteó la necesidad de reducir su número de oficinas (tenían en Barcelona, Ginebra y Singapur) debido a la reducción en activos bajo gestión (actualmente 350 millones de euros) y al deseo de concentrar sus capacidades de análisis en un solo centro. Ante la decisión de mantener en Ginebra la sede de la gestora, Scherk decidió desvincularse de la misma.
Scherk y Jarillo se habían conocido hacía más de 20 años cuando ambos estudiaban en Harvard y decidieron establecer en Suiza su gestora. SIA gestiona cuatro fondos de inversión, con un patrimonio total de 350 millones de euros. En España, su comercialización está a cargo de Abante Asesores, que mantiene su apuesta y confianza en el equipo de Jarillo.
SIA gestiona renta variable global, con un estilo que denominan como value relativo o estratégico. Según explica Jarillo, en un proceso lógico de aprendizaje y evolución han ido rotando sus carteras (antes de puro value) hacia posiciones mixtas entre compañías cíclicas y no cíclicas. Así, por ejemplo, nombres como Unilever o McDonalds están entre sus principales posiciones actualmente. “Tenemos una cartera con una calidad excelente. Estamos convencidos que en los próximos diez años tendremos mejores resultados aún que en los diez anteriores”, dice Jarillo.
Y es que, en la última década, su estrategia estrella, plasmada en el fondo SIA Long Term Investment Fund Classic, ha conseguido rentabilidades anualizadas del 8,5% frente a la caída del 1,5% del MSCI World. A doce meses, su rentabilidad es del 26% frente al 22% del índice. El 20% del fondo está invertido en financieras con nombres como Reaseguradoras Amlin, Validus o Banco Santander Brasil.
