“La impaciencia es el mayor destructor del valor a largo plazo. No basta con encontrar una buena compañía. Hay que lograr mantenerla en cartera”, insiste Stewart Hogg, investment specialist director del Long Term Global Growth de Baillie Gifford.
Acuñado por Peter Lynch en su mítico libro One Up on Wall Street, el concepto de tenbagger hace referencia a una acción cuyo valor se multiplica por 10. En porcentaje, estaríamos hablando de una subida del 1.000%. En los 20 años de vida del Baillie Gifford Long Term Global Growth Fund, el buque insignia de la gestora escocesa ha tenido en cartera ocho compañías que le han generado un retorno superior al 1.000%. Pero es que sus dos mejores ideas, Amazon y NVIDIA, se han revalorizado más de un 8.000%. ¿Cómo? En opinión de Stewart Hogg, investment specialist director del Long Term Global Growth, no hay receta compleja más allá de “mantener en cartera buenas compañías durante mucho tiempo”.
El tiempo: el elemento más difícil
Quizás precisamente ahí resida la dificultad de cazar a un tenbagger: el tiempo. Lo que realmente se necesita para tener la paciencia y el estómago para disfrutar de esas rentabilidades de cuádruple dígito. De hecho, el tiempo medio de una empresa en el fondo es de casi una década, pero algunas compañías han estado 20 años. “No basta con encontrar una buena compañía. Hay que lograr mantenerla en tu cartera”, insiste Hogg. “La impaciencia es el mayor destructor del valor a largo plazo”.
En mercados alcistas, confiar en tus tesis de inversión es cómodo. La prueba del algodón real llega cuando el viento no sopla a favor. Desde su lanzamiento en 2004, el fondo nunca se ha desviado de su marcado sesgo growth de calidad. Ni siquiera cuando el momento del mercado favorecía el value, como en 2021 y 2022. En esos dos años el fondo cayó a las últimas posiciones del ranking de su categoría Morningstar. “No se pueden superar todos los entornos de mercado y no es algo que intentamos hacer”, defiende Hogg.
Afirmar ser un inversor a largo plazo y realmente aguantar las consecuencias de todo un ciclo de mercado son dos cosas distintas. Porque otro punto que resalta el experto es la otra cara de la moneda de una subida del 1.000%: las caídas que hay por el camino. Para lograr ese 9.266% en Amazon, el equipo gestor tuvo que aguantar más de 10 momentos distintos de caídas de más del 30% a lo largo de 20 años. Por poner otro ejemplo de la acción de moda del momento, para haber rentabilizado un 8.193% sus acciones de NVIDIA han tenido que aguantar dos drawdowns del 50% o más en siete años.
La clave: ser optimista
Una de las convicciones contrarian de Baillie Gifford es que no asocian baja volatilidad a bajo riesgo. “Tenemos muy claro que la volatilidad es una gran oportunidad para gestores como nosotros con una mentalidad paciente y a largo plazo”, insiste Hogg. Pero el gestor también tiene muy claro que en la industria de la gestión de activos la volatilidad se aguanta si la cultura empresarial lo permite. Para la firma escocesa, el hecho de ser un partnership privado, donde los propios empleados tienen el control y no accionistas externos, es una ventaja competitiva.
El experto también destaca otra cualidad de la filosofía Baillie Gifford que les ayuda en el largo plazo: ser optimistas. “El ser humano tiende a ser averso al riesgo. En la inversión eso se manifiesta en una mentalidad de preguntarse siempre qué pasa si las cosas salen mal”, explica Hogg.
En la firma, prefieren darle la vuelta al proceso de inversión y pensar: ¿qué pasa si las cosas van bien? “Los mercados no están dispuestos a asignar un valor a algo que no es visible aún. Nosotros sí nos atrevemos”, sentencia. “Los humanos tendemos a infravalorar lo maravillosas que pueden llegar a ser las buenas compañías”. Un buen ejemplo de la trayectoria de Baillie Gifford en NVIDIA. La primera vez que iniciaron una posición en la empresa fue en 2016. “Recuerdo que incluso propusimos a nuestros analistas a ser más optimistas con el potencial de la compañía”, reconoce, “pero ni siquiera sus predicciones optimistas se acercaban a su valor actual”.