Hace unas semanas, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprobaba la guía técnica para la evaluación de los conocimientos y competencias del personal que informa y asesora en las entidades financieras, cuya entrada en vigor será a partir del 1 de enero de 2018. En este sentido, el supervisor establece tres posibilidades para que las entidades acrediten que sus empleados tienen los conocimientos adecuados, siendo una de ellas un título o certificación incluido en una lista aún pendiente de elaboración.
En esta lista de certificaciones oficiales compatibles con la prestación de servicios de asesoramiento e información financiera regulados según MiFID II quieren CFA Institute y CFA Society Spain que esté el certificado profesional CFA. Estar incluidos, determinan, permitirá a los CFA Charterholders acreditar que cumplen los requisitos de capacitación que establece la CNMV para tales servicios profesionales y ello sin ningún tipo de gestión administrativa previa o convalidación adicional.
Desde la sociedad local que reúne a los profesionales de la inversión en España y Andorra con la acreditación CFA destacan que mantienen un diálogo permanente con los organismos supervisores españoles para facilitar la máxima difusión y reconocimiento del programa CFA. Enrique Marazuela, CFA, presidente de CFA Society Spain ha declarado a este respecto: ”Tenemos la segura convicción que el charter de CFA Institute será una de las acreditaciones reconocidas por la CNMV como titulación que verifica los requisitos de MiFID II. Sería un contrasentido que la titulación reconocida globalmente como gold standard no tenga esa carta de naturaleza en España. La acreditación de CFA da una formación muy amplia en el campo de las finanzas. MiFID II se centra sobre todo en la gestión de clientes, pero la versatilidad de la titulación es mucho más amplia”.
Sobre la formación, el presidente de CFA Society Spain remarca que “es un aspecto clave en la industria financiera. Por ello creemos que la aprobación de titulaciones externas tiene una notable importancia. La ventaja de ser CFA charterholder es que se trata de un título globalmente reconocido por la industria, que debe tener su reflejo en la regulación. Creemos que además del CFA charter deben estar otras titulaciones reconocidas y que la exigencia debe ser adecuada, pero desde luego no desmesurada. La ventaja de las titulaciones externas es evidente: da un juicio imparcial y desinteresado del examen de los conocimientos necesarios para la labor de las personas que desempeñan la función financiera. En el medio plazo las titulaciones externas, una vez que haya transcurrido un plazo prudencial, será la solución de los requerimientos MiFID II.”