Según el director de Inversiones en la gestora y presidente del AXA IM Investment Institute, la venta masiva en los mercados de renta fija en las tres primeras semanas de agosto ha proporcionado un mejor punto de entrada, pero aún podría haber decepción.
¿Es hora de que la cartera modelo empiece a gastar efectivo en activos de mayor riesgo? La respuesta honesta de Chris Iggo es no. “Todavía no. No hay mucho que esté claramente bien valorado”, afirma el director de Inversiones en AXA Investment Managers y presidente del AXA IM Investment Institute.
Según el experto, “la venta masiva en los mercados de renta fija en las tres primeras semanas de agosto ha proporcionado un mejor punto de entrada, pero aún podría haber decepción”, avisa Iggo. “No hay garantías de que el aterrizaje suave de hoy no evolucione hacia una recesión”.
A su juicio, la renta fija high-yield no es especialmente barata, aunque tiene un rendimiento atractivo y gran parte de la rentabilidad total procede de los ingresos. El crédito con grado de inversión lo ve atractivo, pero -en su opinión- los diferenciales no son tan amplios.
Visión de la renta variable
La visión cautelosa de Iggo se extiende a la bolsa. “La renta variable no está barata y realmente requiere una visión a largo plazo. Dadas las asignaciones existentes, es difícil invertir en acciones en este momento. Las perspectivas a largo plazo, por supuesto, se prestan a la renta variable, pero tienen que ser capaces de superar una rentabilidad sin riesgo del 4% al 5% durante los próximos dos años”.
Para muchos, la estrategia de mercado ideal sería que tras un aterrizaje suave se produjera un aterrizaje duro, los tipos se redujeran más rápidamente de lo previsto y los activos de renta variable y de crédito se abarataran considerablemente. “Sin embargo, si eso es lo que se desea y lo que se espera, probablemente no ocurrirá. Puede que sólo ocurra si se produce un shock. Los mercados están llenos de gente que insiste regularmente en que algún acontecimiento u otro constituye una conmoción, pero esas cosas rara vez lo son. Son las llamadas incógnitas desconocidas las que realmente crean la oportunidad de valor”, concluye el estratega de AXA IM.