Conclusiones del estudio entre 132 inversores institucionales europeos encargado por BlackRock a Greenwich Associates.
Actualmente, un número cada vez mayor de inversores institucionales europeos está recurriendo a los fondos cotizados en busca de opciones para mejorar la liquidez en sus asignaciones a renta fija, así como de cara a gestionar la volatilidad asociada a acontecimientos de mercado, como el brexit. También están recurriendo a los ETF para obtener exposición a las clases de activos en las que ven potencial de rentabilidad superior a lo largo de 2017, principalmente la renta variable desarrollada y emergente. Así lo revela un estudio entre 132 inversores institucionales europeos encargado por BlackRock a Greenwich Associates, que muestra que las aseguradoras son en estos momentos los institucionales europeos que más recurren a los fondos cotizados, desbancando a las gestoras de activos, las principales usuarias de ETF en 2015. Hoy, aproximadamente seis de cada diez fondos de pensiones utilizan fondos cotizados, un 40% más que el año anterior.
Pero… ¿cuáles son los motivos por los que los inversores institucionales europeos recurren a los fondos cotizados? Según el estudio, en total contabilizan cinco:
1. Incrementar la liquidez, sobre todo en las asignaciones a renta fija. En 2016, el porcentaje de inversores institucionales que utilizaron ETF para gestionar la liquidez se situó en un 45%, frente al 36% de 2015. Probablemente, la gestión de la liquidez sea el principal catalizador para recurrir por primera vez a los fondos cotizados de renta fija. De hecho, uno de cada diez inversores institucionales prevé utilizar ETF por primera vez en 2017. Esto se produce en un momento en el que los inversores han asistido a una caída de la liquidez en los mercados de renta fija como resultado de los requisitos de capital para las entidades bancarias impuestos por Basilea III.
2. Gestionar la volatilidad asociada a los acontecimientos de mercado como, por ejemplo, el Brexit. El porcentaje de inversores institucionales que utilizan ETF para la gestión de riesgo o para estrategias de cobertura se situó en un 36% en 2016 (frente al 28% de 2015). Según Greenwich, este incremento responde a la gestión del aumento de la volatilidad vinculada a la salida del Reino Unido de la UE y a los cambios estructurales en los mercados de renta fija tanto europeos como mundiales.
3. Complementar y sustituir a otros vehículos de inversión. Un tercio de los inversores institucionales sustituyeron posiciones abiertas en futuros por ETF en 2016, y todo apunta a que esta tendencia seguirá aumentando. Se prevé que la mitad de los usuarios de ETF hagan lo mismo este año. A la cabeza de este movimiento se encuentran las gestoras de activos y las aseguradoras.
4. Capear un contexto de tipos de interés bajos al tiempo que se gestiona el riesgo. Ante la expectativa de que los tipos continúen en niveles bajos y que la volatilidad aumente, un 75% de los actuales usuarios de ETF de smart beta contempla incrementar sus asignaciones a estos fondos en 2017, un porcentaje notablemente superior al del año pasado (57%). Las gestoras de activos son las más proclives a incrementar su asignación: cuatro de cada cinco afirma tener intención de hacerlo.
5. Acceder a mercados que previsiblemente arrojarán una rentabilidad superior en 2017. El 86% de los inversores institucionales recurren a ETF de renta variable y, de estos, un 33% prevé aumentar su asignación a esta clase de activos este año. Ello responde a las expectativas de los encuestados de que la renta variable desarrollada (47%) y la emergente (29%) serán las clases de activos más rentables al cierre de 2017.