“Los inversores institucionales se sienten cada vez más cómodos con los riesgos en torno a las compañías emergentes”, afirma Victoria Harling, gestora del fondo.
El Investec Emerging Markets Corporate Debt Fund es un fondo de Investec AM cuya su gestora, Victoria Harling, define como “dominantemente value”, y que concentra sus esfuerzos de análisis en lo que denominan “fuerzas convincentes” para poder seleccionar los bonos corporativos más atractivos del universo emergente. El fondo está calificado como Consistentes Funds People.
“Tratamos de identificar compañías buenas, de calidad, que ofrezcan los mejores retornos ajustados al riesgo”, resume Harling con sencillez. La estrategia parte de la identificación de compañías emergentes sobre una base global, centrándose más en multinacionales antes que en sectores de nicho. El horizonte de inversión es típicamente de seis a doce meses, aunque el equipo gestor suele mantener las inversiones durante más tiempo en cartera.
El fondo se caracteriza por una gestión activa y diferenciada de los índices de referencia, puesto que también puede invertir en compañías cuasi soberanas y en bonos denominados en otras divisas que posteriormente cubren a dólares. “Invertimos en el mercado general y utilizamos el índice como una guía para orientarnos con el set de oportunidades de inversión. Después creamos carteras a partir de una perspectiva bottom up para capitalizar las mejores oportunidades individuales”, detalla Harling. Existen asimismo restricciones en torno a las ponderaciones con respecto al índice de referencia, para evitar posiciones demasiado concentradas en un solo país o sector. “ Esto ayuda a proteger la cartera de los riesgos bajistas”, añade la gestora.
El análisis bottom up se centra en los tres grandes condicionantes del comportamiento de los diferenciales: fundamentales, valoraciones y técnicos. “La forma en que extraemos el valor es, en primer lugar, dedicando mucho tiempo a centrarnos en los fundamentales. Sólo cuando puedes identificar la trayectoria del negocio a partir de un análisis histórico, y puedes determinar su visibilidad, es cuando puedes encontrar valor”, explica Harling.
Cómo capitalizar oportunidades tácticas
El enfoque con los técnicos se centra en “ser respetuosos con las tendencias del mercado, más que tratar de capitalizar el momento”. El equipo gestor busca puntos de entrada en compañías con fundamentales fuertes que sufren episodios de ventas no justificados. Un buen ejemplo de esta estrategia se produjo en 2015: “Fue un año en el que nuestros retornos sufrieron, pero también fue un año en el que Brasil y ciertas compañías brasileñas se volvieron increíblemente baratas. Compañías de sectores muy tradicionales como Petrobras; vimos que disponía de un montón de activos con los que podría desapalancarse y además tenía alianzas estratégicas con compañías chinas que demandaban sus activos. De esta manera, Petrobras se convirtió en una de las posiciones de mayor tamaño en nuestra cartera”.
El equipo actuó de forma similar en 2016, invirtiendo en México después de que Donald Trump fuese elegido presidente de EE.UU. y pusiera sobre la mesa la posible cancelación de NAFTA. “Dedicamos mucho tiempo a hablar con compañías mexicanas en las semanas previas a las elecciones estadounidenses y nos sentimos muy confiados con la trayectoria fundamental de estas compañías con independencia de cualquier cambio en NAFTA, por lo que utilizamos la fuerte corrección de activos mexicanos como una gran oportunidad para abrir posiciones en México y capitalizar la depreciación”, resume Harling.
Por otra parte, la experta comenta que desde Investec han constatado el incremento de la demanda técnica estructural por parte de grandes inversores institucionales, principalmente aseguradoras. “Es algo que anticipábamos desde hace cinco años, y nos sugiere que los inversores se sienten cada vez más cómodos con los riesgos en torno a estas compañías, que son financieramente conservadoras porque tienden a tener menos apalancamiento. Esto significa que pueden ser más resistentes en una fase de corrección. Además, siguen ofreciendo prima respecto a los mercados desarrollados”, explica la gestora.
¿Dónde están las oportunidades?
La experta comenta que actualmente el segmento BBB es el que ofrece más atractivo; en cambio, considera que la deuda high yield emergente está cara, especialmente la asiática, debido a la mayor demanda por parte de los inversores de deuda con menor duración. “Preferimos mantener una exposición de larga duración, porque la curva está inclinada en los emergentes y el componente cíclico de estos mercados refleja actualmente una mejora de los beneficios”, indica. La duración media de la cartera es de 6,1 años, frente a los 4,8 años del índice de referencia. “Gestionamos activamente la duración. Actualmente gestionamos una duración bastante más alta que la del índice como consecuencia de la suma de oportunidades individuales”, relata Harling.
En cuanto a las oportunidades por valoración, la representante de Investec indica que actualmente está encontrando un buen número de ideas en Latinoamérica, y que de hecho Brasil y México son los dos países con mayor exposición individual en cartera. “Latinoamérica es típicamente una región más cíclica que Asia, por ejemplo. Dado donde estamos en el ciclo, nos está conduciendo a oportunidades de inversión en nombres relacionados con las materias primas”, añade. Harling destaca el caso de México, que define como “un país pleno de compañías con grado de inversión que todavía ofrecen exceso de valor, particularmente en las partes de larga duración de la curva”. El equipo también está encontrando bonos de alta calidad en Oriente Medio, con un nivel de riesgo similar al de los países desarrollados.
La gestora no cree en cambio que la debilidad del dólar esté influyendo sobremanera sobre sus inversiones, porque cree que la depreciación del billete verde “está más relacionada con la forma en que cambia la base de costes de las empresas”. Se refiere a que muchas de las posiciones del fondo “están expandiendo mucho su huella global, hacia Asia y Europa, por lo que están gestionando fuentes de ingresos mucho más diversificadas y globales, no simplemente activos en dólares”. Sí se han beneficiado las asignaciones a mineras de oro en el fondo, al estar esta materia prima denominada en dólares.
Aunque la gestora admite que la debilidad del dólar ha atraído flujos de entrada hacia la clase de activo, considera que en verdad el factor que está atrayendo a cada vez más inversores hacia los bonos corporativos emergentes es el contexto de tipos bajos: “Es algo que empezamos a ver en 2016 y que seguimos viendo, especialmente por parte de inversores europeos, que se están dando cuenta que los mercados emergentes son de los pocos lugares que ofrecen características que coinciden con sus exigencias de pasivo”.